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El nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, llamó a religiosas y religiosos de congregaciones de todo el país a salir a las periferias para encontrarse con los más necesitados.
Al oficiar la misa para clausurar el año de la vida consagrada, Christophe Pierre, indicó que la realidad social y cultural constituye un desafío, pues expresó que la sociedad nos desvincula de las personas.
"Se siente entonces que la sociedad nos desvincula de la tierra y de las personas y también de dios, pero es efectivamente la sociedad la que nos desvincula", expresó.
Al reflexionar sobre la labor de los religiosos y religiosas con los grupos vulnerables indicó que se debe estar con los “pobres de afuera” pero también acogerlos dentro de las instituciones y de la estructura de la sociedad.
“Y si estamos con los pobres cuantos de ellos están presentes en nuestras obras, escuelas hospitales, instituciones. Estamos con los pobres de fuera, pero también los acogemos dentro de nuestras estructuras. Evangelizar a los pobres, dice es papa Francisco es la misión de Jesús, por lo que esta también es la misión de la Iglesia”.
Pidió a los más de 900 religiosos y religiosas pertenecientes a congregaciones de todo el país “no dejarse confundir por las propuestas mundanas”, pues comentó que a veces se transforma el centro de la vida consagrada, siendo los intereses propios, las habilidades gustos e ideologías los que lo ocupan.
“La vida religiosa se convierte entonces en solo pretexto solo para ocuparse de cosas que se convierten en pequeños ídolos dueños del propio tiempo”, indicó durante su homilía.
El representante de la Santa Sede en México expresó que el año de la Vida Consagrada, que culminó ayer, ofrece la oportunidad de dar un “giro gigantesco” para cambiar de vida, así como para dar un nuevo impulso a la labor de los religiosos y religiosas, quienes deben ser un ejemplo para enfocar su atención en cada enfermo, niño, anciano o “descartado” de la sociedad.
Este fin de semana se llevó a cabo el encuentro nacional de la Vida Consagrada, en el que se reflexionó sobre los retos que enfrentan los religiosos y religiosos para difundir el evangelio y destacaron la importancia de dar atención a los grupos vulnerables. Al termino de los trabajos de este encuentro, integrantes de la vida consagrada realizaron una peregrinación hacia la Basílica de Guadalupe.
jram