La Universidad del Valle de México (UVM) otorgó el Doctorado Honoris Causa a José Ángel Gurría, secretario general de la OCDE; a Antonio Villaraigosa, ex alcalde de Los Ángeles, California, y a la concertista mexicana, Alondra de la Parra.

En una ceremonia encabezada por Bernardo González-Aréchiga, rector de esa casa de estudios, se reconoció a esas tres personalidades por sus contribuciones a la sociedad y por el ejemplo que sus logros representan para México.

Gurría Treviño, secretario general de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE), fue investido con el Doctorado Honoris Causa de la UVM debido a su extraordinaria aportación en el ámbito diplomático para la proyección y desarrollo de México y la comunidad internacional.

El economista y político destacó que lo primero que aprendió al ingresar a las tareas públicas fue que "no hay desarrollo posible sin orden macroeconómico y un manejo prudente de las finanzas públicas".

"México tiene que alinear todas sus políticas con el objetivo de combatir las desigualdades. La OCDE está comprometida a apoyar este esfuerzo. Pero académicos y estudiantes tendrán mucho que aportar".

En su oportunidad, Antonio Villaraigosa, primer alcalde hispano en Los Ángeles, California, Estados Unidos, reconoció que en su larga trayectoria, sus hijos "han sufrido mucho al tener un padre que ha estado en la comunidad y no en la casa; acepto este honor en nombre de mi familia", expresó.

Con repetidas referencias a su madre, Villaraigosa recordó el aprecio por sus orígenes que le enseñó su mamá y la búsqueda de liderazgo ante la situación de los inmigrantes sin papeles o las comunidades marginadas. "Entendí que hay que apoyar al extranjero, al pobre y al talentoso".

Ante las expresiones de políticos republicanos contra los hispanos en los Estados Unidos, Villaraigosa señaló que no son tiempos de "golpearnos el pecho sino de abrir la puerta y educar al pueblo".

Luego de recordar que ha recibido cinco doctorados Honoris Causa, destacó que ha logrado liderazgos importantes, porque "sé leer y escribir, soy de la primera generación de americanos de descendencia Mexicana que llegó a la universidad".

Por otra parte, la directora de Orquesta, Alondra de la Parra, recibió esa distinción por contribuir al desarrollo artístico y cultural del país y del mundo, además por su responsabilidad social al crear programas de educación para niños y jóvenes.

Tras recibir dicho nombramiento, birrete, anillo, guantes blancos, medalla y un abrazo en nombre de la paz, recordó en una larga intervención a sus "antagonistas" que pusieron varias piedras en su camino o que le discriminaron por razón de género o nacionalidad porque le enseñaron "a crecer" y las injusticias "me han provocado fuerzas para convencerlos de que no es así".

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