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julian.sanchez@eluniversal.com.mx
Una Iglesia católica que va a la baja, con pérdida de interés de los jóvenes hacia la institución, rebasada por nuevos movimientos religiosos que se desarrollan en un México con altos índices de corrupción, violencia e inseguridad. Es el panorama que encontrará el Papa durante su visita al país en febrero próximo, coinciden especialistas.
El antropólogo Elio Masferrer y el sociólogo Bernardo Barranco señalan a EL UNIVERSAL que Jorge Mario Bergoglio seguramente hablará de aspectos que la clase política y eclesiástica no quieren escuchar. Habrá críticas para ambos y a los sacerdotes les dará un jalón de orejas, prevén.
“Francisco llegará a un México con una Iglesia católica que va a la baja, que está perdiendo ímpetu evangelizador y está siendo rebasada por los nuevos movimientos religiosos, sobre todo el pentecostal”, dice Barranco.
Considera: “[El Papa] llegará a un México herido, con alto grado de depresión social y cultural, que enfrenta grandes problemas de conducción de una clase política que no ha tenido la capacidad de poder gestionar un país tan complejo, inundado por corrupción, violencia e inseguridad”.
El líder religioso “no sólo viene a dar ánimos o esperanza, sino viene a sacudir a una jerarquía católica que ha estado adormecida en los últimos 15 años”, afirma Barranco, quien considera que en su viaje al país el líder argentino aportará, entre otros detalles, una mayor actitud pastoral a la Iglesia.
Insistirá en una mayor cercanía de los ministros con la gente, les dirá que se involucren con la sociedad.
Elio Masferrer resalta el panorama difícil que enfrenta la República y la crisis de la Iglesia católica en el país, así como la importancia de la visita a la tumba del obispo en Chiapas, impulsor de la teología de la liberación y mediador en el conflicto zapatista.
Francisco, dice el analista, “no vendrá a decirles a los mexicanos qué es lo que tienen que hacer, tampoco va a dejar de mencionar cosas sin dar soluciones y otras que probablemente en el espacio de poder no quieren que se mencionen”.
Destaca que el papa Francisco decidió los lugares que quería visitar y a partir de eso se crea la logística en las cuatro entidades que estará. Apunta que sus discursos él mismo los crea, incluso llega a improvisar. Bergoglio “estará ante una Iglesia en crisis que ha perdido a los jóvenes, a quienes no les interesa lo religioso o se han ido con los evangélicos, por lo que creo que en la catedral, el 13 de febrero, les va a leer la cartilla. Les va a dar un jalón de orejas”, expone el antropólogo, investigador y catedrático de la UNAM.