ana.pinon@eluniversal.com.mx
El libro A quién le importa el futuro. Las disyuntivas de México de Juan Ramón de la Fuente es, según la escritora Ángeles Mastretta, un proyecto de país, de un México ético en donde los ciudadanos tienen la capacidad de dialogar y en el que la ética es uno de los valores más importantes. Por eso, dijo, su autor debería ser candidato ciudadano para las próximas elecciones. El ex rector de la UNAM soltó una carcajada.
La propuesta surgió como una broma. Los asistentes a la presentación del libro, editado por Planeta, rieron y aplaudieron la proposición. De la Fuente intentó desviar el tema, pero el escritor Juan Villoro continuó con la jugada. “Que no desee contestar lo confirma como candidato independiente a la Presidencia”. Más aplausos de lectores que llenaron en su totalidad el Salón 2 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
“No pensé que me fueran a ventanear así, pero ya que tocaron el tema les voy a decir la verdad. Soy un ciudadano que hace política, pero que no aspira a ser candidato. Quiero seguir haciendo política en los temas que me interesan, como muchos de los que están en el libro. Encuentro en la sociedad, de la que formo parte como todos, un enorme potencial para incidir en políticas públicas. ¿Cómo? En el mundo académico, es decir, analizando, pensando, proponiendo y confiando en que los buenos argumentos tendrán que ir avanzando. En este sentido sí soy un optimista”, dijo De la Fuente.
Añadió que desde los años 80 apoyó iniciativas a favor de la sociedad, como el uso del condón entre los jóvenes. “En esos tiempos era hasta difícil usar la palabra, querían que lo llamáramos preservativo. También sacamos adelante la necesidad de que se abriera la le-
gislación para interrumpir el embarazo en algunas condiciones por un elemento de equidad y de justicia, porque había miles de mujeres que morían por interrupciones malhechas. En lugar de prohibir teníamos que regular.
“El debate que se está empezando a abrir sobre la marihuana no tiene marcha atrás y espero que se tomen decisiones correctas. Será mejor debatir que pretender que no existe porque las buenas conciencias así lo quieren. Desde la sociedad necesitamos seguir impulsando los proyectos que incidan en las políticas públicas. Sí se puede, tengo mucho más confianza en la sociedad civil que en la clase política”, señaló.
De la Fuente sostuvo que las instituciones no están sabiendo responder a las demandas de la sociedad. “Tenemos, por ejemplo, aparatos de justicia que no son capaces de ubicar a los responsables de asuntos tan graves como Ayotzinapa, Tlatlaya; el sistema de justicia no está respondiendo a las demandas sociales”, advirtió.
Indicó que las instituciones educativas tampoco están a la altura de las demandas del país. “¿Cómo me imagino yo al sistema educativo? Lo imagino dejando atrás al sistema memorista, que fue muy importante en una época, pero ya no podemos seguir así. ¿Por qué salen tan mal los niños mexicanos en las evaluaciones? Si uno revisa las preguntas, nos damos cuenta de que fallan en las que requieren de un razonamiento sencillo. Nuestro modelo pedagógico no está enseñando a nuestros niños a pensar, este es el gran cambio que tenemos que hacer. Deben entender el entorno en el que están viviendo. La reforma educativa se ocupa de lo coyuntural, que es importante, pero no es todo. No se trata sólo de evaluar a los maestros ni sólo revisar sus asuntos laborales; hay que revisar si lo que los maestros enseñan es lo que deberían enseñar en estos tiempos. En esto, mi respuesta es que no”.
Juan Villoro destacó que el libro de De la Fuente es un diagnóstico crítico de la realidad. “Es un llamado a aceptar que somos responsables del mundo de hoy y del mundo por venir. No es un libro de un utopista, sino de alguien que tiene el deseo de cambiar la realidad, por eso creo que algunas de las cosas que anuncia podrán ser una realidad. Juan Ramón tiene una esperanza pragmática, tiene la capacidad de anhelar un mundo diferente y tiene la capacidad de formular cómo llegar a ese mundo”.
Mastretta coincidió en que De la Fuente tiene “el país aprendido, y sabe que a partir de crear consensos se puede crear un país mejor”.