Con más de 4 mil toneladas anuales de producción de romeritos, la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec) del gobierno de Distrito Federal ubica a la ciudad de México como el principal productor de esta planta en el país.

A fin de proporcionar este típico producto, se siembran 3 mil 850 toneladas para la temporada navideña y otras 490 toneladas para el periodo de Semana Santa.

Tan sólo para este año, 582 productores sembraron 594.87 hectáreas del quelite a cielo abierto en las delegaciones Xochimilco y Tláhuac, lo que se traduce en una derrama económica de 15 millones de pesos.

Esta es la producción que los agricultores de la zona ejidal cortan con una hoz y después llenan cientos de costales de unos 50 kilos cada uno, los cuales después envían para su venta en los diferentes mercados de la ciudad y finalmente, vestirán de gala las mesas en la Nochebuena.

Uno de esos productores es Francisco Ramírez Benítez, quien comenta que lo tradicional es preparar el famoso “revoltijo”, un platillo prehispánico que las familias a menudo acompañan con mole, nopalitos, papas y tortitas de camarón. Se dice que conforme se recalienta resulta más sabroso.

Otras personas deciden solamente hervirlos como quintoniles o quelites y disfrutarlos con cebolla y bisteces.

En Mixquic, por ejemplo, “el tlapique” también es otro platillo muy popular en esta época y suele guisarse con menudencias de pollo. También, en esa zona del Distrito Federal, los romeritos forman parte de los ingredientes del “mixmole” o “la correteada”. Se trata de una comida hecha principalmente a base de acelgas y pescado, que en ocasiones es acompañado con frijoles negros.

Esta es la enorme variedad que ofrece uno de los alimentos con un alto contenido de hierro, calcio, fibra y proteína, en comparación con las espinacas, acelgas y berros.

“Queremos que nuestro producto se venda y haya una solvencia económica para nuestras familias; que nuestra tierra no esté de ociosa y las inmobiliarias dejen de aprovecharse para hacer condominios. Nuestro Mixquic está aguantando y es por ello que venimos trabajando a 100%”, enfatiza Ramírez Benítez.

Para Jorge San Miguel Galindo, agricultor del ejido de San Andrés Mixquic, la ausencia de las heladas representa un problema en la cosecha de este año, pues son fundamentales para que los romeritos puedan aclimatarse y resistan el intenso frío de diciembre. “Hace frío, pero no han caído las heladas ni ha escarchado y las esperábamos desde mediados de octubre”, comentó.

Eliseo Cortés, técnico del Centro Regional 3 de la Sederec, explica que los ingresos por la venta de romeritos dependerán en este año del número de competidores que llegan de los estados de México, Puebla, Hidalgo, Querétaro y Jalisco hacia los principales mercados de la capital del país.

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