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Chilpancingo, Gro.— Las dos fracciones en que está dividida la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del Estado de Guerrero (CETEG), dieron a conocer su rechazo a la evaluación al desempeño del Servicio Profesional Docente (SPD), que las secretarías de Educación Pública (SEP) y la de Guerrero (SEG), programaron aplicar el próximo 14 de noviembre, y anunciaron para ese día concentraciones estatales, cada quien por su lado, para impedir su aplicación.
Antonia Morales Vélez, quien dirige la fracción de la CETEG que mantiene un plantón en el zócalo de esta capital, y Ramos Reyes Guerrero, que encabeza el otro grupo cetegista, por separado coincidieron en señalar que la evaluación es punitiva.
La dirigente de la fracción de la CETEG quien tiene su cuartel en el llamado “Plantón de la Dignidad”, instalado desde hace más de un año en la plaza cívica de esta ciudad, dijo que a pesar de la amenaza de despidos laborales a quienes no presenten el examen de evaluación, mantendrán su movimiento.
Ramos Reyes Guerrero, el dirigente de la otra fracción de la CETEG, cuyas oficinas están ubicadas al sur de esta capital, aseguró tajante que el magisterio disidente no acudirá a realizar el examen de evaluación, con todo y la amenaza de despido y la detención de otros dirigentes magisteriales en Oaxaca, así como la existencia de alrededor de 90 órdenes de aprehensión que existen en Michoacán contra profesores y normalistas.
Indicó que la negativa a proporcionar el número de órdenes de aprehensión es una estrategia de parte del gobierno para evitar las movilizaciones del magisterio disidente en contra de la reforma educativa, el examen de evaluación y por la presentación con vida de los 43 normalistas.
“Pero nosotros vamos a continuar con las movilizaciones y el 14 de noviembre, cuando está programado el examen de evaluación, llevaremos a cabo una protesta”, advirtió el líder gremial.
Dio a conocer que el viernes y sábado próximo sostendrán reuniones en esta capital para diseñar las estrategias que seguirán en Guerrero, para echar abajo la reforma educativa y mantener su rechazo a la evaluación magisterial.
