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El presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Juan Díaz de la Torre, acusó a “un grupo de empresarios poderosos junto con partidos de la extrema izquierda y de la extrema derecha, de buscar privatizar la educación pública en México”.
Les responsabilizó de que se lleven a cabo manifestaciones y protestas en contra de los exámenes de evaluación docente, y de que más de 3 mil profesores en algunos estados de la República Mexicana no pudieron realizarlos.
En entrevista con EL UNIVERSAL, se muestra convencido de que la mayoría de los maestros están a favor de llevar a cabo las evaluaciones docentes y dice que quienes se oponen son sólo un grupo de “antisistémicos que no tienen ningún interés en la educación ni en la reivindicación de los maestros”.
Díaz asistió ayer en la ciudad de Madrid a la presentación de la colección El Elogio de la Educación, Consejo de mentes brillantes, en un acto celebrado en la sede de la Fundación de Baltasar Garzón junto con el magistrado, quien ha colaborado en la colección.
Este fin de semana se han producido incidentes en los exámenes de evaluación docente de la Secretaría de Educación Pública. En algunos estados ha habido protestas, detenciones y heridos. ¿Qué le parece?
—Lo que está ocurriendo lesiona la imagen de los maestros, reduce los beneficios de orden gremial y salarial y lastima el más elemental de los derechos humanos que es de recibir educación. Hace 33 años un grupo de compañeros miembros del sindicato decidieron no transitar en la ruta política ni legal del mismo. En un principio fue un movimiento sindical, reivindicativo y educativo pero hoy es un movimiento político antisistémico que no tiene ningún interés en la educación ni en la reivindicación de los maestros.
Muchos estudiantes están optando por la educación privada y dejan la pública.
—Sí. Esa es otra consecuencia. Hay muchas escuelas privadas con un proyecto educativo y un compromiso social, pero otras lo único que buscan es hacer dinero y la educación no puede ser vista como una mercancía. Es un ejercicio liberador, es construcción de ciudadanía. Para evitar esto hay que hacer la pública mejor, hay que profesionalizarnos, ofrecer un proyecto educativo mejor.
Algunos maestros denuncian que el examen sea obligatorio y aseguran que lo realizan porque temen que si se niegan a hacerlo sean despedidos.
—No se evalúan por obligación sino porque quieren. Nadie va a ser despedido por no tener una evaluación satisfactoria. El Estado obliga a ofrecer tutoría y acompañamiento y a ir a una segunda evaluación. En otros países también es obligatoria.
En España no lo es. ¿Por qué en México sí?
—En Estados Unidos también es obligatorio y allí si no lo pasa sí es despedido pero nosotros no vamos a despedir a nadie. Nadie va a perder su trabajo. Y los mejores evaluados tendrán otros estímulos que les permitirán incrementar su salario. El maestro quiere ser estimulado y reconocido, no empujado y protegido. Lamentablemente la izquierda y la derecha se están juntando porque el planteamiento de la privatización que permea en el mundo y en México encabezada por un grupo de empresarios , pocos pero poderosos económicamente, buscan la privatización. Y quieren posicionar esa agenda con el pretexto de la reforma y están juntando los extremos y lesionando la escuela pública. Y es un crimen que no podemos aceptar.
Usted sucede en el cargo a Elba Esther Gordillo, acusada de defraudación fiscal y quien, según la revista Forbes, es una de las diez personas más corruptas de México. ¿Teme que el sindicato haya perdido prestigio en el exterior?
—Debemos hablar de la educación. Esos son los temas que a la sociedad le interesan.
¿Cree que está pactando su salida de la cárcel?
—Lo desconozco. Soy el dirigente de los maestros y me dedico a lo educativo, a lo sindical, a lo laboral, a lo gremial. Esa es mi tarea. Busco una alianza entre sindicato, maestros y padres de familia, todo en favor de los alumnos.