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Para el nuevo rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Luis Graue Wiechers, “si a la Universidad le va bien, le irá bien a México”.

Tras rendir protesta para el periodo 2015-2019, señaló que “una nación con insuficiente educación tendrá un triste e incierto futuro y México no puede tener incertidumbres, requiere que seamos la mejor Universidad”.

Una de las primeras encomiendas que ha solicitado el nuevo rector es preparar un plan integral para el mejoramiento de las condiciones de seguridad, con especial atención en los campus universitarios, reveló tras la ceremonia quien hasta ayer se desempeñaba como abogado general de la UNAM, César Astudillo, quien se prevé que sea nombrado secretario de Servicios a la Comunidad.

En sesión extraordinaria del Consejo Universitario, Graue dirigió su primer discurso en el que enfatizó: “No podemos ser autocomplacientes, la UNAM debe seguir mejorando su calidad y consolidándose, debemos siempre aspirar a la excelencia, la tradición y fortaleza de nuestras inercias no son suficientes para responder a las necesidades de una sociedad que se reconfigura constantemente”.

Reconoció la labor realizada por su antecesor, José Narro Robles (2007-2015), por el liderazgo con el que logró que la máxima casa de estudios sea “más grande y prestigiada, más fuerte y autónoma, más nacional y mexicana”.

En su discurso, que duró cerca de 20 minutos, Graue Wiechers abordó algunos de sus desafíos y tareas sustantivas, anunció que realizará modificaciones a la estructura organizacional para mejorar la eficiencia y reducir el gasto por concepto de gestión.

El rector tomó tiempo para un tema que ha preocupado a la Universidad en los últimos meses, al referir que frente a la inseguridad que campea en el país, sería de extrañar que en la casa de estudios —que es y seguirá siendo un espacio abierto— no existieran problemas de esta índole.

“Mantendremos la prudencia universitaria y haremos lo conducente para mejorar nuestra seguridad, pero debe quedar claro, la autonomía no significa impunidad. En la Universidad, el respeto a las diferencias ideológicas es un valor fundamental. Disentir es un privilegio de la razón y de la inteligencia, hacerlo con violencia e intolerancia es inaceptable en una casa donde se cultiva el saber”, afirmó.

“De la expresión de la inconformidad a la manifestación violenta hay fronteras que pueden llegar a cruzarse y resultar en actos injustificados y reprobables. En la Universidad no puede, ni debe, haber cabida para ello”, señaló.

El protocolo universitario marcó el primer momento. El hasta entonces secretario general Eduardo Bárzana instaló la sesión del Consejo Universitario y el presidente en turno de la Junta de Gobierno René Millán dio lectura al acta de la sesión realizada el pasado 6 de noviembre, donde se designó a Graue Wiechers como rector.

Acto seguido, la toma de protesta y la imposición de la venera de rector, insignia de oro que se coloca en el pecho de Graue con lo que, una vez proclamado, emitió su primer mensaje a la comunidad universitaria.

Como testigos de la ceremonia estuvieron los integrantes del Consejo Universitario, la Junta de Gobierno, el Patronato y profesores eméritos y los doctorados honoris causa. Así también los ex rectores, Juan Ramón de la Fuente, Francisco Barnés de Castro, José Sarukhán, Octavio Rivero, Guillermo Soberón y Pablo González Casanova.

Enrique Graue aprovechó su espacio para expresar su solidaridad a las instituciones públicas hermanas que sufrieron decrementos presupuestales, y decirles que la UNAM siempre estará con ellas en la búsqueda de un mejor financiamiento para la educación pública superior.

Se dieron cita entre otros universitarios, Lorenzo Córdova, consejero presidente del Instituto Nacional Electoral; Luis Raúl González Pérez, presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; José Ramón Cossío, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación; así como la ministra Olga Sánchez Cordero, quien también es integrante del Patronato Universitario. Además de Manuel Mondragón y Kalb, comisionado Nacional Contra las Adicciones, y Jaime Valls Esponda, secretario ejecutivo de la ANUIES.

Seguridad a revisión. César Astudillo, quien asumirá el cargo de secretario de Servicios a la Comunidad, adelantó que elaborará un diagnóstico de seguridad con la finalidad de llevar a cabo cambios y reformas a los órganos que deben dictar las políticas en materia de prevención en la casa de estudios.

“Tenemos que crear nuevas estructuras que operen, que sean ejecutivas de estos lineamientos, debemos hacer un plan exclusivo para el campus central, pero también uno integral que vaya a todos los espacios de la Universidad, lo cual no es menor, porque hay presencia prácticamente en todas las entidades del país”, comentó.

Respecto del consumo de drogas, aseguró que se debe diversificar el campo de actividades extracurriculares para que el ocio sea sano. “Necesito tener un diagnóstico y a partir de ahí presentar una propuesta, pero nos ha instruido que sea lo más pronto posible, de tal modo que no debe pasar de tres a seis meses”, señaló.

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