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Los presidentes de las cámaras de Senadores y Diputados, Roberto Gil Zuarth (PAN) y Jesús Zambrano (PRD), respectivamente, advirtieron que a pesar de las leyes de transparencia, aún hay resistencia de los sujetos obligados para transparentar, por miedo a ser exhibidos.
Al inaugurar la Semana Nacional de la Transparencia 2015, en la antigua sede del Senado de la República, el coordinador de la Red por la Rendición de Cuentas, Mauricio Merino Huerta, abrió el debate frente a la presencia del presidente Enrique Peña Nieto, al pedir al Poder Legislativo que avance con las leyes secundarias pendientes en la materia.
“Existe el riesgo de que la letra chiquita de la legislación secundaria anule la letra grande de la Constitución, por eso es muy importante que los líderes de nuestra clase política comprendan que el esfuerzo que está en curso no es una respuesta coyuntural al reclamo pasajero de organizaciones sociales y de ciudadanos indignados, sino que más bien en esta reforma se están jugando su propio futuro y su memoria”, dijo el colaborador de EL UNIVERSAL.
Merino Huerta advirtió que hay preocupación de que la ley secundaria de Transparencia y Combate a la Corrupción se pierda en el camino sin una política pública articulada.
“A muchos nos preocupa que alguien pretenda entenderlas por separado, también nos preocupa que la legislación secundaria se haga de modo fragmentario, sin una política pública articulada y coherente”.
Al respecto, el presidente del Senado, Roberto Gil, aclaró que hay desafíos pendientes en la materia, pero a nombre de la Cámara Alta se comprometió a cumplir con las obligaciones del parlamento abierto en la actual Legislatura.
“No podemos negar que en nuestro país las rutinas de transparencia se siguen viendo con resistencia desde los sujetos obligados, como cargas burocráticas, como riesgos de ser exhibidos o ser cuestionados por parte de la sociedad. Buscamos la letra pequeña de la ley para reservar o hacer confidencial lo que por definición es público, el formato de inexistencia para desalentar el peticionario, la respuesta obtusa y complicada para por lo menos ganar tiempo, el cobro de copias para disuadir el acceso o el recurso legal, para en una de esas, librarnos de la obligación concreta”, expresó.
El senador panista aceptó que en los miedos de los sujetos obligados —señalándose él mismo— “se reproducen las tentaciones de la opacidad”. Sin embargo, se comprometió a que el Senado de la República, durante este año legislativo, cumplirá con las obligaciones bajo la lógica de parlamento abierto.
“Hemos configurado el diseño institucional, pero nos falta aún que se convierta en realidad. Nos dimos plazos para implementar la nueva reforma constitucional. Debemos cumplir a cabalidad esos plazos sin pretextos ni excusas”, precisó Gil.
En este sentido, el presidente de la Mesa Directiva en San Lázaro, Jesús Zambrano, se comprometió a abrir la Cámara Baja para que sean atendidas todas las solicitudes de información que lleguen.
“Sin voluntad política no podemos asentar y presumir de una transparencia real frente al país, ni frente al mundo. La Cámara de Diputados está abierta para atender toda solicitud de información que se requiera para que actúe con transparencia, alejada de cualquier conflicto de interés”, declaró.
En la inauguración, el consejero de la Judicatura Federal, Felipe Borrego Estrada, dijo que las instancias deben actuar más por convicción que por una obligación.
“Los Poderes de la Unión debemos transformar a la sociedad para que la transparencia y la rendición de cuentas no sean una obligación impuesta por la ley”, subrayó.