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La Unión Nacional de Padres de Familia (UNPF) llamó a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) a no aprobar el proyecto de despenalizar el uso de la marihuana con fines lúdicos y abrir un debate a nivel nacional.
Afuera del edificio del máximo tribunal, Consuelo Mendoza, presidenta de la UNPF, llamó a que antes de aprobar esta droga se abra un debate público que hable de las consecuencias que causará el uso lúdico de esta planta, escuchando las voces de los expertos en la materia, así como a la ciudadanía, y no sólo de los cinco ministros.
“Esta decisión debe ser tomada después de un debate público que hable de los daños que causará el uso lúdico de la marihuana, escuchando las voces de los expertos como la Comisión Nacional contra las Adicciones (Conadic), los Centros de Integración Juvenil (CIJ) y en general de los centros médicos que atienden esta problemática, además de escuchar a la ciudadanía en general”, dijo.
Los padres consideraron que de permitirse la legalización de la marihuana quedaría la puerta abierta para el resto de las drogas con los mismos argumentos que presenta el ministro Arturo Zaldívar, impulsor de esta propuesta.
La agrupación, la cual estuvo apoyada por integrantes de la Red Social por un México Libre de Adicciones y del Movimiento Blanco, indicó que debe ser en el Congreso de la Unión donde se debe de discutir este tema, donde los legisladores tomen en cuenta la opinión de la población.
Los padres de familia informaron que enviaron una carta al presidente Enrique Peña Nieto para exigirle que detenga los intentos de legalizar el uso de la droga y que se garantice el derecho a la salud, así como el cuidado de la niñez y de la juventud.
“Detener esta campaña es de su entera competencia. Nuestra Carta Magna mandata (sic) preservar la seguridad nacional interior y la protección, el cuidado y la promoción de los derechos humanos, incluido el derecho a la salud y al cuidado de nuestros niños y jóvenes, por lo que le pedimos detener esta campaña”, establece la misiva.
Los padres de familia manifestaron que “envenenar a los jóvenes mexicanos no tiene ningún sentido lúdico”.
