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julian.sanchez@eluniversal.com.mx
Al cumplir 99 años el periódico EL UNIVERSAL se encamina hacia su primer centenario de vida, en el que tiene la oportunidad de reafirmar sus principios con la verdad en la cual ha sido construido, señaló el sacerdote Héctor Peña García.
Con ese voto para que El Gran Diario de México continúe con su labor informativa veraz y objetiva, se celebró una misa en la parroquia Santo Niño de La Paz con motivo del aniversario 99, a la que acudieron el Licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, Presidente Ejecutivo y del Consejo de Administración, quien estuvo acompañado por su esposa, Perla Díaz de Ealy, hijos y familiares, así como directivos, empleados y jubilados de esta casa editorial.
El sacerdote Héctor R. Peña García afirmó: “Hoy inicia un jubileo que termina en los 100 años, y este júbilo por llegar a esos 100 años es en la Sagrada Escritura el signo de esa revelación, el signo de la nueva vida, el signo de retomar nuevamente lo que va siendo de nosotros, y lo que va siendo de nosotros es esa verdad en la que hemos sido construidos”.
En la ceremonia eucarística, en la que estuvo presente el Director General de EL UNIVERSAL, Licenciado Juan Francisco Ealy Lanz Duret, el sacerdote Héctor Peña resaltó lo significativo que resulta que esta casa editorial cumpla 99 años de vida, y expuso: “Muchos hombres y mujeres han formado la historia del periódico EL UNIVERSAL y hoy a lo mejor ya no están con nosotros, a lo mejor han partido a la casa del Padre y, sin embargo, su palabra es parte de esa historia y sigue resonando en ese periódico que ha comunicado a las personas aquello que pueden ver o lo que les queda lejos, pero que es parte de su vida y de su ser.
“Y muchos están entre nosotros y siguen comunicándonos la historia de cada día, de las personas. Una historia que tendría que llevarnos a ese jubileo, a esa alegría”.
En la misa, a la que asistió el archimandrita Fadi Rabbat en representación del arzobispo de la Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía, Antonio Chedraoui, y en la que participaron 40 integrantes de los Coros de México, dirigidos por René Platini, el presbítero subrayó la importancia de que prevalezca la paz.
“Es el signo de la paz, no solamente como ausencia de la guerra, sino la paz que parte del corazón y de la trascendencia de la persona para construir todos los días con el logro, sacando lo mejor de cada persona y construir esa armonía, ese disfrute de la obra de la Creación que Dios va poniendo en nuestra vida.
“Ese júbilo que nos permite no alcanzar una meta, sino que todos los días sea disfrutar de los talentos que el Señor comparte con cada uno de nosotros”, señaló.
El párroco Peña García resaltó la importancia de la palabra, la cual solamente tiene un sentido cuando no es necia, cuando se compromete a edificar.
En la misa, a la que asistieron trabajadores de las diferentes áreas de EL UNIVERSAL, el sacerdote pidió no incurrir en la crítica hacia la familia, hacia las instituciones, hacia los demás, “porque al final esa crítica sólo pretende lo negativo, y eso nada nos dejará”, aseguró.
Dones. Con esa consideración en mente, señaló que, como medio de comunicación, quienes laboran en esta empresa deben vivir el don que Dios les ha dado a través de la pluma y de la tecnología, “pero sobre todo a través de ese pensamiento y de esa voluntad para construir esa historia y plasmarla, no sólo en un papel, sino en el corazón, en la inteligencia y en el alma de la otra persona, y plasmar esa historia para que, aprendiendo de ella, podamos tener un mejor presente y un mejor futuro”.
Dijo que en el marco de la celebración de los 99 años de El Gran Diario de México quienes colaboran en esta casa editorial deben pedir perdón. “¿De qué podemos pedir perdón? De esa falta de compromiso, de esa falta muchas veces de la justicia en el compromiso, en el amor fraterno o muchas veces el no vivir y compartir nuestras virtudes y cualidades”, dijo.
Resaltó que se debe aprovechar el 99 aniversario como una oportunidad para que cada uno ponga no sólo su granito de arena, sino todo su ser y capacidades, y hacer que los demás vivan ese júbilo y el compromiso de celebrar el próximo año el primer siglo de EL UNIVERSAL.
“Por eso queremos unirnos en esta acción de gracias por estos 99 años de esa vida. Pero esa vida no es solamente un concepto por algo temporal o material, sino que son cada uno de ustedes como amigos y colaboradores, como aquellos que trabajan o leen el periódico”, dijo el sacerdote.
Mencionó que, tanto los que colaboran en esta casa editorial como los que leen el periódico desde afuera, son fundamentales para la expresión de la palabra, porque por un lado alguien la tiene que transmitir y, por el otro, se requiere que alguien la reciba.
