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juan.arvizu@eluniversal.com.mx
La vigencia de los derechos humanos de transexuales e intersexuales requieren de una reforma a la Constitución, propuso la senadora Luz María Beristain Navarrete (PRD).
Lamentó que México tenga “un franco atraso” en esta materia porque “genera un clima de indefensión, prejuicios y discriminación por parte de las autoridades del Estado y la sociedad”.
Comentó que las personas transexuales e intersexuales enfrentan en instituciones de asistencia pública social la negativa a recibir tratamientos hormonales y a cambiar al género de su elección su documentación e identificaciones legales.
Planteó que se debe avanzar a un marco legal en el que las autoridades garanticen los derechos de este sector y prevengan, investiguen, sancionen y repararen los daños que ocurran.
Expuso el compendio de instrumentos jurídicos internacionales que respaldan los derechos de las personas transexuales, transgéneros e intersexuales, de los cuales México es parte y se obliga a observarlos.
El proyecto de Beristain modifica el artículo primero de la Constitución, en el que se prohíbe la discriminación y plantea que se haga la adición del respeto a la identidad de género y a la orientación sexual.
Llamó a la reflexión social sobre el problema de estos derechos, porque además de que se lastima a personas, encierra un tabú en pleno siglo 21, en perjuicio de ciudadanos mexicanos que protege la Constitución misma.
Advirtió que es tal la discriminación que “falta interés para incluir a este sector en los libros educativos a fin de fomentar el respeto a la diversidad sexual en la sociedad”.
Las vidas personales se afectan negativamente por los actos de discriminación hacia este sector, agregó, en su salud, educación, en su núcleo familiar y en el ámbito laboral.
Dijo que las personas que pueden beneficiarse con esta reforma, actualmente son objeto de gran estrés, como cuando se les solicita una identificación oficial y son blanco de escrutinio público, al no corresponder su identidad de género con el documento.
También se ejerce bullying contra este sector, en un mecanismo de violencia con el que se les hace sentirse culpables y fenómenos por su diferencia. Debido a la incomprensión familiar, lamentó la senadora perredista, en muchas ocasiones viven en la calle.
Es urgente, dijo, que se protejan legalmente las diferencias de las personas transexuales e intergénero, porque “todos somos iguales ante la ley”.
Beristain estableció que el derecho a la diferencia está garantizado a nivel mundial y aplica en materia de salud y para prevenir, sancionar y erradicar la discriminación, segregación y crímenes de odio contra esta población.
La senadora retomó la Declaración Universal de los Derechos Humanos; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos y los Principios de Yakarta.
