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natalia.gomez@eluniversal.com.mx
Fernando Magaña, investigador del Instituto de Física plantea que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) debe tomar la ruta para convertirse en un paradigma de institución pública a nivel mundial.
El ex director de la Facultad de Ciencias de la UNAM es uno de los 16 candidatos que entregaron su plan de trabajo a la Junta de Gobierno, con lo que formalizaron sus aspiraciones para ocupar el cargo de rector.
¿Por qué su interés en participar y cuál será la diferencia que usted hará?
—Dentro de los propósitos y fines de la Universidad está la docencia, la investigación y difusión del conocimiento. A lo largo de mi trayectoria en la UNAM he emprendido estos tres con entrega, pasión y compromiso. Creo que a lo largo de mi vida jamás he interpuesto mis intereses personales sobre los de la institución, disfruto y venero el proyecto que significa la Universidad Nacional.
La formación de un físico, ¿ qué característica puede dar a la Rectoría?
—Sea físico, ingeniero, odontólogo, biólogo o cualquier formación que pueda tener quien esté al mando de la institución, lo importante es su capacidad de análisis, de síntesis, cultura general, entrega y compromiso con la Universidad y el país.
¿Considera que tiene posibilidades reales de llegar a la Rectoría de la UNAM?
—Sí, porque antes he estado frente a la Junta de Gobierno, fui director de la Facultad de Ciencias. Mi experiencia muestra que la Junta está formada prácticamente por universitarios cabales, comprometidos, conocedores de la institución y que todos podemos errar, pero estoy totalmente claro que hacen su más honesto y mejor esfuerzo. Yo no conozco directamente a los candidatos, pero confío plenamente en que la Junta de Gobierno va a ver por la Universidad más que por otra cosa.
¿Cuáles son los pasos para avanzar a la Universidad que concibe y qué proyecta en su plan de trabajo?
—La Universidad que veo en unas décadas, con mi granito de arena en la Rectoría, consiste en una institución académicamente más fuerte, con egresados de mayor calidad que puedan insertarse con facilidad en el mercado de trabajo, que se diversifique su oferta académica en un contexto más real y actual. Una UNAM que pueda adaptarse a este mundo cambiante, en esta globalización que está llevando a muchos problemas. Debemos de seguir formando cuadros de jóvenes que muevan al país, que tengan valores éticos y cívicos claros, y que nuestra Universidad quede establecida en la ruta de convertirse en un paradigma de institución pública en el mundo.
¿Qué se debe hacer para que la UNAM llegue a ser ese paradigma?
—Se debe fortalecer académicamente, hay que administrarla de una manera sobria, transparente y eficaz. Debemos ver que todo vaya hacia el fortalecimiento de la enseñanza en el bachillerato, que es parte fundamental de la Universidad, también a la licenciatura y el posgrado, así como a la investigación y a la vinculación con los problemas del país y del mundo. Debemos actualizar los planes de estudio en el bachillerato y dar estabilidad laboral a los profesores de ese nivel.
¿En el tema de la renovación de la planta académica se debe hacer un plan distinto al impulsado por el rector José Narro Robles?
—Es positivo lo que se ha empezado a hacer con la situación de los profesores en edad de retiro, pero creo que debe ser uno más completo, tiene que ser atractivo el plan. Propongo el diseño, gestión y generación de un fondo general permanente para el retiro adicional al del ISSSTE.