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La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) condenó la aplicación de la pena de muerte y afirmó que está comprobada la ineficacia de esta práctica en la disminución de los índices delictivos.
En el marco del Día Mundial contra la Pena de Muerte, el organismo expresó que la aplicación de esa acción no es el camino para frenar la criminalidad, por lo que manifestó su rechazo a la medida.
Consideró que la pena de muerte es intolerable y de imposible reparación, cuya aplicación conlleva serias violaciones a los derechos humanos.
“El organismo nacional, en el ámbito de sus atribuciones constitucionales, enfatiza su compromiso para continuar los esfuerzos tendentes a la abolición en el mundo de dicha práctica”, apuntó e indicó que para la CNDH el derecho a la vida es elemental para el goce de los demás derechos.
Por tal razón, señaló, las naciones tienen la obligación de velar por su protección total. “El respeto por el derecho a la vida permite el acceso a todas las demás garantías. La pena de muerte debe ser erradicada”, resaltó.
De acuerdo con el último informe “Condenas a muerte y ejecuciones”, realizado por Amnistía Internacional en 2014 al menos 2 mil 466 personas fueron condenadas a muerte en el mundo, mientras que el número de ejecuciones fue de 607.
El documento aclara que estas ejecuciones no incluyen a China, donde las cifras sobre pena de muerte se consideran secreto de Estado. Además de esa nación, el quinteto de países que más ejecuciones llevan a cabo lo completan Irán, Arabia Saudí, Irak y Estados Unidos.
El organismo señala que en 2014 las ejecuciones se realizaron en 22 naciones. En México está prohibida la pena de muerte, de acuerdo con lo establecido por el artículo 22 constitucional, además de que nuestro país está adherido a pactos internacionales, como el Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
