El 13 de septiembre un grupo de turistas mexicanos que estaba en Egipto se adentró en el desierto y fue atacado vía aérea en un operativo antiterrorista por las fuerzas armadas de ese país, en un aparente “error” al ser confundidos con yihadistas. Ocho mexicanos fueron asesinados y otros seis resultaron gravemente heridos. “Fuimos bombardeados como cinco veces. Todo duró unas tres horas”, recordó Susana Calderón, una de las sobrevivientes, quien añadió que en su camino a un oasis, el grupo de 22 personas, incluidos guías y turistas, hicieron una escala para comer. Contó que se estaba poniendo protector solar cuando les cayó una lluvia de ráfagas y explosiones. “No sé, yo no termino de entender. Porque se vio la saña con la que iban y venían, fueron como cinco veces”. La cancillería mexicana ya protestó de manera severa y trajo de regreso a los heridos. El gobierno egipcio aceptó su culpa, pero respondió que las muertes “por error” suceden hasta en México. Ahora se busca que todas las víctimas sean indemnizadas.