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María Amparo Casar y Jacqueline Peschard expusieron que es necesaria la ética en la labor periodística para no ser presa de las malas prácticas o de la corrupción.
Al participar en la mesa Ética y transparencia en el periodismo, durante el Encuentro Internacional de Periodismo —con el que arrancan los festejos por el centenario de vida de EL UNIVERSAL—, Casar y Peschard comentaron que no sólo hace falta libertad de expresión, sino profesionalismo para ejercerla.
Amparo Casar, directora del Programa Anticorrupción del IMCO, dijo que hay una sociedad desencantada porque no hay una buena reputación y no se está hallando la solución. Dijo que los medios son parte del problema, pero también “de la solución”.
Casar, quien también es politóloga, comentó que el periodismo puede ser el mejor contrapeso del poder y convertirse en el mejor formador de ciudadanos, así como lo es el Parlamento para los políticos.
Dijo que, como en el caso de la transición a la democracia, no se ha dado un tránsito hacia un periodismo responsable, profesional y ético.
“Es una transición inacabada, persisten vicios de aquel periodismo al servicio del poder y en el que se podía lucrar del poder”, indicó.
Al respecto, mencionó cinco vicios que ha identificado en este oficio, entre ellos la espectacularidad del manejo de la información, el plagio o la invención, notas taquilleras y otras que sólo pretenden obtener los aplausos del público.
Consideró que han persistido el falseamiento de la información y las verdades a medias frente a un verdadero periodismo de investigación.
“La sociedad está desencantada porque tenemos mala reputación, y los medios son parte del problema y de la solución”, dijo.
Piedra angular. Jacqueline Peschard, coordinadora del Seminario de Transparencia de la UNAM, dijo que el periodismo y la ética están íntimamente ligados con un régimen democrático y los derechos fundamentales.
“Con mucha frecuencia tenemos definiciones de democracia muy diversas, como un régimen político que está abocado al ejercicio y a la garantía de los derechos fundamentales, y ahí es donde entra la relación entre un periodismo con altos estándares éticos y el ejercicio de la libertad de expresión, como lo que yo diría que es el derecho, porque es la piedra angular de los otros derechos”, comentó.
Peschard consideró también que la libertad de expresión implica no sólo difundir y garantizar el acceso a la información, “es ahí donde podemos enlazar, en una vocación democrática, lo que es la ética periodística con la prensa”, dijo la experta.
Resaltó que no se puede entender un periodismo de alto nivel ético si no lo entendemos como independiente, no sólo del poder público, sino de todos los demás poderes.
Solicitudes de información. Peschard, ex comisionada presidenta del IFAI, sugirió a los periodistas potencializar las solicitudes de información a las entidades gubernamentales —a través de los portales de transparencia— para hacer investigaciones más profundas en su labor diaria.
Dijo que los documentos que sustentan las notas periodísticas las hacen más convincentes porque se pueden convertir en una herramienta para la crítica a los gobernantes.
“Aún tenemos un periodismo de investigación muy incipiente. Cuando uno trata de revisar los casos donde invocan que echaron mano de las leyes de transparencia para armar sus notas, vemos que siguen siendo casos contados. La transparencia sirve como una herramienta del periodismo para documentarlo mejor, hacerlo más analítico y traducirlo de mejor manera”, dijo.
El moderador de la mesa, Jorge Islas, dijo que la ética y la transparencia son muy importantes para el ejercicio periodístico de calidad, de credibilidad y que tenga los más altos estándares posibles, aspectos que, aseguró, también inciden en el orden público.