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La prensa hoy está casi burocratizada y dejó aparte la pasión, el sentido del drama que está en la naturaleza humana, y el periodismo habla de la vida. “La vida proviene del caos y el caos tiene una riqueza extraordinaria. A mí me gusta los periódicos porque cuentan historias. ¿Quiénes somos? La respuesta está dentro de los periódicos, cada noticia es una familia”, dijo la escritora brasileña Nélida Piñón, durante la mesa “Periodismo y cultura” que compartió con la escritora Elena Poniatowska.
Durante la mesa que abrió el segundo día de actividades del Encuentro Internacional de Periodismo, que se lleva a cabo en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, en el marco de las celebraciones por el próximo centenario de EL UNIVERSAL, la periodista Adriana Malvido, moderadora del diálogo, sostuvo que el alma de los periódicos son los reporteros. “Son la materia prima de los periódicos y, con frecuencia, es una figura que se pasa por alto o no se valora en su justa dimensión”, dijo.
Y recordó que en el libro, “Aprendiz de Homero” Nélida Piñón tiene un texto que se llama “Arquímides, el buen reportero”, un personaje que en la vida real influenció a la autora a ser escritora”. Al respecto, la autora de “Corazón andariego” dijo que la figura que más le emociona del periodismo sí es el reportero porque “es como un detective, siempre está parado, come comida fría, es una figura que nadie conoce, que no tiene tanto prestigio en la prensa ni en donde trabaja, son seres solitarios; conocí a uno, a través de mi padre y me pareció fascinante”, dijo.
Por su parte, la escritora Elena Poniatowska recordó a algunas de las figuras del periodismo cultural como José Emilio Pacheco, Rosario Castellanos y Carlos Monsiváis, para ejemplificar cómo desde el ámbito cultural se ha fomentado desde la lectura de poesía hasta programas de desarrollo social; y agradeció la oportunidad de estar frente a los jóvenes que serán los periodistas y los escritores del futuro.
Y aseguró que “es importantísimo no maltratar al periodismo, ni considerar que lo hacen puros tarados o puros corruptos, o que se tenga la idea de que el periodismo lo hacen los grandes hombres de negocios para defender sus intereses en el periódico”.
Sobre el escritor José Emilio Pacheco dijo que el suplemento que dirigió, “México en la cultura”, “puso la poesía en las manos de los lectores, la platicó para que pudiéramos decirla en la calle, en la manifestación, y junto a la poesía acomodó los grandes temas de la muerte y de la vida, del viaje y del conocimiento”.
También recordó a la escritora Rosario Castellanos, quien, dijo, hizo durante muchos años periodismo cultural y sus críticas eran esperadas y divulgó la obra de muchos autores de quienes no se hablaba en México como Marguerite Yourcenar, Clarice Lispector y la propia Nélida Piñón.
“En nuestro país, Carlos Monsiváis nos demostró que en México la realidad captada y analizada por él es más aleccionadora y más fascinante y muy superior a cualquier ficción (…) A lo largo de los años Carlos cubrió todos los acontecimientos esenciales de los últimos tiempos, el movimiento ferrocarrilero de 1959, el de los maestros con quienes hizo huelga de hambre, el movimiento estudiantil de 1968, y el terremoto de 1985. Los padeció y los explicó en una forma insuperable”, dijo la autora de “Hasta no verte Jesús mío”.
Y recordó las palabras de Monsiváis durante los días difíciles que sucedieron tras el terremoto que cimbró a la ciudad de México.
“No puedo ni pensar en lo que haría Monsiváis ahora al ver la desaparición de 43 muchachos normalistas en Ayotzinapa, pero puedo imaginar su dolor y su indignación ante la mentira, la corrupción y la total ineptitud de un gobierno”, expresó la escritora, interrumpida por la ovación que le brindaron los asistentes.
cg