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“Hay que estirar el dinero para que alcance”, dice María del Carmen, cuando al amanecer va a comprar su leche al expendio de Liconsa en la colonia Guerrero, de la ciudad de México.
Tiene 70 años, es pensionada y comenta que el aumento de precio sí le afectó pues antes con 18 pesos compraba cuatro litros, y ahora tiene que pagar 22. “Fueron cuatro pesos de un jalón”, expresó.
María del Carmen es una de las 6 millones 430 mil personas que conforman el padrón de beneficiarios del Programa de Abasto Social de Leche, y que desde el 24 de julio tienen que pagar un peso más por litro.
A excepción de Oaxaca, Guerrero y Chiapas, por ser entidades prioritarias de la Cruzada Nacional contra el Hambre, para el resto del país el precio del lácteo por litro pasó de 4.50 a 5.50 pesos, por lo que los beneficiarios pagan 22 pesos.
“Sí nos afecta, porque son de un jalón cuatro pesos más”, comenta María del Carmen, quien vende productos de belleza por catálogo para apoyarse con los gastos, ya que su pensión de 2 mil 300 pesos no es suficiente.
“Esos dos pesos que nos aumentaron [por la bolsa de dos litros] sí nos está mermando, tengo que tomar el camión para venir por la leche y ya menos me alcanza, hay que estirar el dinero, ya veo yo cómo hacerle para darles de comer a mis niños”, comentó María del Carmen, quien tiene tres nietos menores de 10 años.
Liconsa explicó a sus beneficiarios que el incremento era una acción necesaria, después de cuatro años de haber mantenido el mismo precio, para poder robustecer las finanzas de la empresa y ampliar su padrón de beneficiarios.
“Si tan siquiera hubiera subido 50 centavos no se hubiera sentido tanto. Aumentó de plano cuatro pesos, porque yo compro dos bolsas de dos litros. A lo mejor es necesario el aumento, pero uno no tiene para comprar más”, comentó Leticia de 35 años, con tres hijos, dos de ellos menores de cinco años.
Con Marco Acosta, de 66 años, viven sus dos nietos de seis y ocho años, considera que el incremento está mal, pues al igual que María del Carmen es jubilado y su pensión no le alcanza, por lo que opina que el producto debe de costar nuevamente 4.50 pesos.
“Está mal el aumento, yo soy jubilado y la pensión no aumenta de acuerdo a la crisis. Deberían regresar al precio de antes (4.50 pesos), como apoyo”, dijo.
Salvador Álvarez Morán, presidente del Gremio de Productores de Leche, expuso por su parte que con este aumento, Liconsa va a tener más recursos para completar sus programas de compra de leche nacional. Nos afecta para bien, porque la paraestatal estaría dando un paso para proveerse de recursos y seguir con su mismo ritmo de compra de leche nacional a productores mexicanos y que aumente la compra de producto nacional.
Liconsa distribuye al año mil millones de litros, de los cuales 780 millones los compra a ganaderos mexicanos a un precio de 6.20 pesos.
