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Juchitán, Oax.— Sobre un desgastado clóset de madera, ajustado a la pared, luce un viejo pizarrón sucio. Dentro del mueble se deja ver un botellón de plástico, de donde no más de 15 alumnos del tercer grado de la secundaria técnica 196 de Juchitán toman agua bajo la supervisión de la profesora María Esther Gómez.
El salón de clases no rebasa los cinco por seis metros cuadrados y está en la parte alta de una casa de dos plantas, ubicada en la colonia Felipe Pescador. En el espacio, que alguna vez sirvió de dormitorio a una familia, están en desorden la mesa de pino de la maestra y las descarapeladas sillas de acero de los estudiantes.
El segundo piso lo comparten los chicos de tercero con una pequeña biblioteca, un baño y un centro de cómputo, que a la vez sirve como Unidad de Apoyo a la Educación Regular (Upaer) de la secundaria, que desde hace 19 años anheló tener bajo su control la Sección 22 de la CNTE.
Desde el año 2006 se convirtió en bastión de la Sección 59 en la región del Istmo de Tehuantepec. En la primera planta del edificio está la dirección, el segundo salón del tercer grado, una cafetería y otro baño. En la parte de atrás de la casa principal se ubica el garaje, que sirve a 18 niños como aula del primer grado. Un techo, dos paredes y pilares conforman el salón de clases. Unos pasos más al fondo una galera de concreto y una pared de lámina resguardan a los del segundo grado.
El patio de recreo es reducido para los 105 alumnos que asisten a la secundaria técnica 196 Planta Impregnación, a pesar de eso se sienten en casa en el primer día de clases del ciclo 2015-2016.
La secundaria se creó en 1996. En ese entonces no se toleraba que unos maestros tomarán la iniciativa de crear un plantel, era desobediencia. Por 11 años no tuvieron un inmueble propio. En 2006 la empresa Cemex les donó una hectárea de un predio que le perteneció a Ferrocarriles Nacionales de México en la Planta Impregnación y con la ayuda de los padres de familia, y a través de boteos, construyeron tres aulas, dirección y baños. Sólo que la Sección 22 se los arrebató.
Miguel Silva, dirigente de la corriente Frente Democrático Magisterial 1 de Mayo de la Sección 59 y director de la secundaria técnica 196, consiguió un nuevo local, una vivienda de dos plantas, por la que pagan al mes 6 mil pesos de renta. La plantilla de 18 trabajadores espera construir una nueva escuela sin el riesgo de un arrebato y lograr el respeto institucional.