Ocho de cada 10 mujeres procesas o sentenciadas en alguna prisión del país, están privadas de la libertad por delitos contra la salud, por lo que es necesario implementar medidas alternativas de impartición de justicia, ya que el 98 % de ellas no tiene antecedentes penales, coincidieron especialistas en el tema.
“Respecto a los datos de las drogas, en México el 80 % de las mujeres que permanecen en reclusión lo está por delitos con las drogas, frente a un 60.2 % de los hombres, siendo por tanto la primera causa de encarcelamiento para las mujeres en México”, mencionó Isabel Blas Guillén, integrante de Equis Justicia para las Mujeres.
Blas Guillén, explicó, que en comparación a las detenciones de hombres, las mujeres son aseguradas de forma arbitraria, en supuesta flagrancia, en su casa y sin orden de aprehensión, y son engañadas por el Ministerio Público para culparse.
Al ingresar a la presiones, permanecen en prisión preventiva sin existir pruebas fehacientes que demuestren su culpabilidad, son juzgadas con foto, o declaraciones de los policías y no cuentan con defensa legal.
“La mujer tiene una triple condena, la principal es la penal, los años de reclusión, en segundo lugar es el que sufren al interior de las cárceles porque son cárceles mixtas. No hay instalaciones carcelarias femeniles por el bajo portaje de mujeres en prisiones, se han investigado casos sobre agresiones sexuales, trata, amenazas y violencia física y verbal. Como triple condena, aparece la social”, comentó.
Durante el foro "Mujeres, delitos de drogas y encarcelamiento”, realizado en el Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), Carmen Moreno Toscano, embajadora emérita, dijo que los motivos por los que las mujeres son detenidas es porque son engañadas para cometer el delito, presionadas o padecen violencia.
En la mayoría de los casos, refiiró, son juzgadas como narcotraficantes importantes sin tener el mismo acceso legal para poder defenderse como los hombres o personas que cuentan con recursos económicos.
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