Un nuevo caso de errores médicos que provocaron la muerte de un bebé derivó en una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos al director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), José Antonio González Anaya.

La recomendación 25/2015 por violencia obstétrica e inadecuada atención médica surgió por el caso de una mujer con 33.5 semanas de gestación cuya mala atención provocó la muerte de su hijo en el Hospital de Ginecobstetricia 221 en Toluca, Estado de México.

El organismo autónomo investigó y acreditó violaciones a los derechos humanos de ambas personas por la inadecuada atención atribuible al personal médico, por lo cual consideró necesario aplicar un esquema amplio de reparación del daño.

De acuerdo con la recomendación, ese esquema deberá incluir indemnización, atención médica y sicológica a la madre, además de su inscripción en el Registro Nacional de Víctimas para que acceda al Fondo de Ayuda, Asistencia y Reparación Integral.

De la misma forma el IMSS tendrá que presentar copia de las recertificaciones de sus doctores ante el Consejo de Especialidades Médicas, para acreditar su actualización, experiencia y conocimientos.

Además deberá brindar capacitación al personal en materia de derechos humanos y Guías Prácticas Clínicas emitidas por el Consejo de Salubridad General, además de elaborar manuales de prevención e integrar los expedientes clínicos.

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos solicitó también al Seguro Social investigar la denuncia presentada ante la Procuraduría General de la República (PGR) contra los médicos responsables.

En la relatoría sobre el suceso que motivó la queja, la comisión detalló que el 8 de julio de 2012 la mujer se presentó al hospital con un cuadro de escalofrío, vómito y falta de movilidad del producto.

El médico de turno le diagnosticó gripa y amenaza de parto prematuro, pero desestimó el vómito y los escalofríos; aunque ordenó un ultrasonido y su internamiento, no especificó que se trataba de un embarazo de alto riesgo.

La mujer fue atendida luego por otros médicos, ninguno de los cuales reconoció el carácter de alto riesgo del embarazo.

Otro diagnóstico consideró que se ameritaba la interrupción inmediata del embarazo mediante cesárea, procedimiento que provocó la muerte del bebé y graves infecciones a la madre, que la pusieron en riesgo de muerte hasta que fue atendida en el Hospital General de La Raza.

La CNDH detectó la falta de respuesta de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, por lo cual inició el procedimiento que terminó con esta Recomendación.

afcl

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