Me tuve que salir de mi carrera, porque yo tenía una beca y la perdí. Mi mensualidad se elevaba a 3 mil pesos y no pude pagarla.

José Hernández, de 24 años de edad, quien cursó hasta el tercer cuatrimestre de la carrera de Arquitectura en la Universidad Insurgentes, es otra de las historias de jóvenes que coincidieron en la falta de oportunidades para contar con un buen trabajo remunerado, por lo que es necesario buscar otras oportunidades o algunos, incluso, a pesar de contar con los estudios, tienen que trabajar en otras áreas que no tienen nada qué ver con lo que estudiaron.

“Decidí trabajar, tengo un negocio propio artesanal, de rosas de acrílico”, detalló.

“Yo les diría a las autoridades que pusieran más atención en aumentar la matrícula de estudiantes en las universidades públicas y se dejaran de preocupar por las drogas. Me gustaría volver a mi carrera”, señaló el joven, quien no pierde la esperanza de algún día retomar los estudios que dejó truncos.

“Mi hermana se graduó en la carrera de Relaciones Internacionales y sí está trabajando en lo que estudió”, aunque sabe que no todos los jóvenes cuentan con esta misma oportunidad, y en ocasiones el graduarse no garantiza el empleo.

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