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Estamos frente al hotel Regis. El hotel Regis se derrumbó, queda sólo la parte antigua, la parte central, que tiene cuatro columnas. Corintios es la única que quedó, pero está totalmente destruida. La parte donde estaba el restaurant o cabaret Capri y también donde estaba la cafetería Regis está totalmente destruida, el edificio de H. Steel resintió algunos daños, pero permanece en pie.
El edificio de Salinas y Rocha permanece en pie, pero está totalmente cuarteado y a punto de derrumbarse. Frente a nosotros, el edificio que está entre el hotel Regis y la tienda quedó totalmente derrumbado también, se está quemando en su parte interior. En su parte posterior, en la calle paralela a la avenida Juárez, hacia el norte, vemos enormes columnas de humo. La Secretaría de Marina se derrumbó totalmente.
En la calle de Azueta, la pequeña calle que estaba entre la Secretaría de Marina y el Hotel del Prado, es la calle que sale directamente hacia el cine Metropólitan, se derrumbó.
De la Secretaría de Marina no quedó nada, no quedó piedra sobre piedra. Seguramente había personas ahí, cuando estamos por cumplir ya tres horas del momento en que esta ciudad de México se estremeció, en el temblor de mayores consecuencias en todos sentidos que ha habido en la historia de la ciudad de México, superior a aquel que quitó de su pedestal al Ángel de la Independencia, que hoy, por cierto, sigue encima de la columna.
Dentro de cuatro minutos se cumplirán tres horas de que la ciudad de México despertó para darse cuenta de que estaba ante la presencia de una tragedia que en ese momento era difícil de calcular.
Nosotros lo que vamos a hacer es tratar de llegar por las calles donde hemos visto más afectada la situación, con objeto de acercarnos a Televisa y darle a usted un reporte exacto, en virtud de que seguramente muchas personas estarán preguntándose por qué no está al aire Televisa. Hubo graves daños en el edificio de avenida Chapultepec y estamos tratando de habilitar nuestra transmisión desde los estudios de San Ángel, para proporcionarle por televisión también el servicio informativo que una tragedia de esta magnitud amerita.
Veo las dos torres de Televisa; la torre nueva, la torre que se encuentra en avenida Chapultepec, sigue en pie.
La torre que estaba encima de las oficinas nuestras, las oficinas de la Dirección de Noticieros, se vino abajo junto al edificio. A mi lado, en la calle Río de la Loza, por el lado izquierdo, mientras voy llegando a Televisa, varios edificios caídos.
La acera levantada, en la parte trasera del Centro Escolar Revolución, y ahora, señoras y señores, estoy enfrente de mi casa de trabajo, donde he pasado a lo largo de mi vida más horas que en mi casa, y está totalmente destruida. Sólo espero que mis compañeros de trabajo, mis amigos, mis hermanos de labor, estén todos bien. No es posible reconocer esta esquina, donde todos los días durante tantos años he vivido...
*Fragmento de la crónica por la cual en 1986 recibió el Premio Internacional Rey de España.