La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) trabaja en la versión definitiva para diseñar un examen que pueda medir el aprendizaje adquirido entre los estudiantes egresados de las universidades, además de realizar un comparativo a nivel internacional.

El proyecto Estudio de Factibilidad, Evaluación de Resultados de Aprendizaje en Educación Superior sería coordinado por la OCDE, al igual que ocurre con el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA) que se aplica cada tres años, desde el 2000, a jóvenes de 15 años de edad, al concluir la educación básica.

En el nuevo proyecto participan 14 universidades de México y alrededor de 230 universidades de 17 países.

La propuesta fue presentada en el Coloquio Internacional sobre Evaluación de Resultados de Aprendizaje en Educación Superior, realizado en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).

En el evento académico también se discutió la viabilidad de este proyecto, ya que se debe de considerar su costo, pertinencia y propósitos para el mejoramiento de las instituciones educativas, además de la participación de las universidades en el entorno internacional con la discusión de los procesos de acreditación, evaluación, movilidad y cooperación académica.

Una de las conclusiones a las que se llegó en el coloquio es que científicamente es posible la coordinación internacional entre instituciones con el objetivo de realizar evaluaciones sobre temas en común, dio a conocer a través de un comunicado la UASLP.

Durante ese encuentro se dieron a conocer los avances del diseño de lo que sería la nueva evaluación internacional. “Se hicieron tres pruebas, una sobre capacidades genéricas, otra sobre capacidades en ingeniería y en economía. El propósito fue verificar la factibilidad de hacer un estudio internacional, y como conclusión se definió que es científicamente posible y prácticamente viable coordinar instituciones en el ámbito internacional para hacer evaluaciones sobre puntos en común y de convergencia académica para que las universidades logren mantener la diversidad de los sistemas educativos nacionales e internacionales”, dijo Luz María Nieto Caraveo, secretaria académica de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, al concluir la reunión.

La académica subrayó que el principal desafió ante este proyecto de evaluación de educación superior es la diversidad lingüística, académica y cultural entre todos los países, por lo que es “importante desarrollar instrumentos que nos permitan ver cuáles de esos puntos de los que estamos de acuerdo podemos hacer para comparaciones y para apoyarnos unos a otros”, señaló.

Patricia Rosas, coordinadora de innovación educativa y pregrado de la Universidad de Guadalajara (UdeG), mencionó que las evaluaciones no deben ser convocadas con ánimos de ranking institucional o de clasificación de instituciones.

Mostró su precupación por ese tipo de evaluaciones en un país con una diversidad cultural tan importante como la de México.

Para realizarlas, comentó, falta un gran tramo de discusión y análisis de los instrumentos para llevar a cabo esta tarea de evaluación sistemática.

Entre las instituciones mexicanas participantes se encuentran las universidades autónomas de San Luis Potosí, Guadalajara, Veracruzana, Colima, Yucatán, Coahuila, Chihuahua y Zacatecas; además del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas, la Tecnológica de la Mixteca y el Tecnológico de Monterrey. Redacción

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