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En las iglesias dentro de la Arquidiócesis de México “no hay un ambiente de alarma”, hasta el momento no se ha instruido a los sacerdotes tomar medidas adicionales de seguridad luego de la explosión de un artefacto en las instalaciones de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), afirmó el vocero Hugo Valdemar Romero.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el presbítero detalló que aunque no hay un “ambiente de alarma” el ataque a las instalaciones del Episcopado es un hecho de gran importancia que no se puede minimizar, debido a que el artefacto fue colocado en la sede del órgano que agrupa a los más de 100 obispos del país.
“No se ha hecho ningún llamado. Queremos pensar que es un hecho aislado que no va a pasar a mayores, porque no hay un ambiente de alarma después de lo sucedido, sí de preocupación, pero no de alarma. Pero me parece que por el simbolismo que tuvo este ataque, que fue en la sede de los obispos, tiene una importancia que no se pude minimizar”, expresó.
Sobre el grupo Comando Feminista Informal de Acción Antiautoritaria (COFIAA), el cual se atribuyó el ataque al edificio de la CEM, Valdemar Romero señaló que serán las autoridades quienes determinarán la autenticidad del mensaje y consideró que se debe ser “más cauteloso” al momento de atribuir la autoría de este tipo de eventos; comentó que no se tiene registro de los ataques a dos iglesias de la Ciudad de México que refiere el grupo en su página de internet.
“Siempre pasa que hay grupos que se atribuyen los hechos. Hay que esperar un poco a tener información de la autoridad, lo que sí es que la autoridad no debe dejar pasar esto, porque afortunadamente no pasó nada, pero no es algo vano y no puede dejarse pasar. El comunicado es ambiguo, no estamos seguros que sean ellos, esos grupos no sólo están contra la Iglesia, sino contra cualquier institución, son personas que no están bien de sus facultades y se asocian para hacer este tipo de actos que casi rayan en el terrorismo”, expresó.
Recordó que el 25 de noviembre de 2011 un paquete explosivo que tenía como destinatario al cardenal Norberto Rivera fue recibido en la Curia de la Arquidiócesis, ubicada en la colonia Roma, el paquete no llegó al cardenal, debido a que su secretaria siempre revisa previamente este tipo de envíos, el artefacto no detonó; aunque se dio parte a las autoridades capitalinas nunca se esclareció quién envió el paquete.
Alrededor de las 10:30 horas el envoltorio fue entregado y recibido por el secretario particular del cardenal Rivera. Dado que el paquete despertó sospechas se solicitó la intervención de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF), que envió a un equipo de expertos en el manejo de explosivos a recogerlo en la Arquidiócesis.
En el fardo había un libro titulado Derecho económico de América Latina y un explosivo. Según las autoridades capitalinas se trataba de un petardo. Ante los hechos, se inició una averiguación.
“Fue destinado al cardenal, pero ese tipo de paquetes los abre la secretaria del señor cardenal, pero afortunadamente no se activó. Se dio parte a las autoridades, pero, como siempre nunca pasa nada, nunca resuelven nada”, detalló.
Para el vocero de la Arquidiócesis de México es “arriesgado” decir que la explosión de un artefacto en la puerta de la CEM representa un acto de “terrorismo religioso”, sino que se trata de la situación de inseguridad que prevalece en el país y que los miembros de la Iglesia católica forman parte de una sociedad “convulsionada por la violencia”.
“La Iglesia está dentro de un ámbito social y es víctima de una violencia imparable, no se sustrae a ese tipo de acciones criminales, los criminales no tienen límites, entonces les da lo mismo delinquir contra una familia, un sacerdote, simplemente estamos siendo víctimas de la violencia ante una incapacidad increíblemente escandalosa de parte del Estado”, afirmó.