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Díez días antes de la explosión de un artefacto en la puerta principal del edificio de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se registró un evento similar en un camellón de la avenida Insurgentes y la calle Lindavista; el órgano rechazó haber recibido un aviso previo a la detonación.
La CEM, que reúne a los más de 100 obispos del país, señaló no haber tenido conocimiento de este suceso hasta el martes cuando se presentó la explosión en las instalaciones del Episcopado Mexicano; resaltó que el incidente en el que un hombre colocó una bolsa en la puerta del inmueble ubicado en Prolongación Misterios, a la cual le arrojó un cigarro que encendió, no es el primero que se presentaba en la zona.
Tras el atentado que sufrió el inmueble el pasado martes, la seguridad se reforzó. Al realizar un recorrido por la sede del Episcopado no se observa ninguna patrulla vigilando el lugar o elementos policiacos custodiando la entradal. La puerta no se encuentra acordonada, sólo fueron colocados tablones para suplir los vidrios rotos por la detonación.
Al interior siguen las medidas de vigilancia ordinarias, que es la supervisión de las cámaras de vigilancia y el registro de visitantes. Agregaron la presencia de personal de vigilancia que portaba armas largas.
El martes, Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM refirió que no habían recibido ningún aviso previo a la explosión ocurrida la madrugada del 25 de julio, aunque sabían de otros eventos similares.
“Sí hemos sabido que no es el único evento aquí en la zona, sino que ha habido otros eventos de tal manera que la autoridad está en la investigación. Los otros eventos se conocen por los medios, ese del jardinero, por ejemplo, no sabemos decir muchos más, pero si sabemos que hay otros, que no es el único en esta zona”.
El 14 de julio un hombre de 66 años fue lesionado por la explosión de un artefacto en la colonia Lindavista.
EL UNIVERSAL documentó ese día que el afectado se encontró una caja de cartón en el camellón de la delegación Gustavo A. Madero, la cual tenía escrita la leyenda: “Ayuda para el Señor”. Al manipularla, explotó.
Incluso se alertó a través de redes sociales de la detonación de ese día. La cuenta de Twitter Alertar Urbanas AU escribió: “Insurgentes y Lindavista misma colonia: reportan lesionado por explosión, avanza apoyo médico. Ceda el paso”.
Policías de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, adscritos a la Unidad de Protección Ciudadana (UPC) Lindavista, auxiliaron al afectado, quien luego fue trasladado a un hospital.
Fuentes de la CEM indicaron que la detonación fue cercana a la parroquia del Señor de la Misericordia, la cual se ubica en la colonia Lindavista, y que el hombre afectado no es trabajador del Episcopado. Sin embargo la Arquidiócesis dijo a EL UNIVERSAL que el lesionado es sacristán.
Estos incidentes no son los únicos que se han reportado en iglesias de la Arquidiócesis. El pasado 3 de julio el padre Juan Botello, encargado de la parroquia Llagas de Nuestro Señor Jesucristo, en Iztapalapa, fue víctima de un intento de asesinato, libró la muerte debido a que sus agresores lo confundieron con otra persona.
Otro incidente registrado recientemente es el robo al monasterio de las Adoratrices Perpetuas del Santísimo Sacramento, en la delegación Tlalpan, ocurrido el 28 de junio: personas aún sin identificar ingresaron al lugar para robar sus instrumentos de trabajo con los que preparaban repostería para solventar sus gastos.
