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Un día después de los narcobloqueos en la delegación Tláhuac provocado por la muerte del Felipe de Jesús Pérez Luna, alias El Ojos, líder de una banda criminal, la zona amaneció resguardada por miles de policías capitalinos.
Los uniformados se concentraron en los accesos a la colonia Conchita Zapotitlán y ahí hubo retenes en los que se supervisaba a mototaxistas, motociclistas y automovilistas. En las calles la normalidad regresó.
Los retenes en los accesos principales a la delegación Tláhuac y rondines por parte de los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México fueron recibidos con agrado por los vecinos, puesto que aseguraron que la zona se había convertido en un punto de delincuencia. Sin embargo, otros lo calificaron como algo “exagerado” y manifestaron su apoyo al El Ojos.
“Es un punto rojo de la zona, qué bueno que ya hay presencia de la policía, aquí había muchos sujetos que sólo nos vigilaban y se daban muchos asaltos, esperemos continúe así la seguridad”, comentó sobre la situación un vecino de la colonia referida, tras la presencia policíaca.
Luego de que personal de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) abatieran al presunto líder de la venta de droga en el oriente de la Ciudad de México, tampoco hubo clases en un jardín de niños cercano a la avenida Guillermo Prieto. Ahí los papás señalaron que no les afectó porque fue el último día de actividades.
El jueves pasado, tras el tiroteo que se registró en la casa en la que estaba resguardado El Ojos, algunos bicitaxistas se manifestaron en la zona e intentaron impedir el paso a los policías capitalinos; otros más quemaron tres unidades del transporte público y un camión de volteo como parte de sus protestas ante la muerte del presunto líder criminal.
Los vecinos a favor de El Ojos indicaban que el sujeto había sido un apoyo para el sustento de sus hogares, puesto que él lideraba algunas rutas de bicitaxistas que trabajaban de forma irregular en la zona, incluso colocaron lonas en postes y puertas. Ayer por la mañana muchas de ellas habían sido retiradas.
“El lic. [El Ojos] era buena persona, él nos ayudaba y siempre fue respetuoso”, comentó una vecina.
Ayer por la mañana todo volvió a la normalidad, la gente realizaba sus actividades como si no se hubiese registrado el enfrentamiento entre marinos y presuntos criminales. Algunos regresaban a sus casas, ya que el jueves efectivos de la Marina les impidieron acercarse y tuvieron que buscar asilo en otro sitio.
En las inmediaciones de la estación del Metro Nopalera de la línea 12, misma que fue cerrada el jueves por algunos minutos ante la presencia de los bicitaxistas, las unidades irregulares que brindan ese servicio reanudaron actividades.
En los retenes realizados en la zona, unos sobre avenida Tláhuac y otros sobre la calle Guillermo Prieto, los operadores de mototaxis eran revisados, algunos intentaron cubrirse el rostro; no obstante, ante la presencia de la policía tuvieron que mostrar su identificación.
“Todo está bien, que nos revisen y vean que muchas personas sí trabajamos de manera legal, creo que este operativo está bien para todos los vecinos, incluso para nosotros”, comentó un conductor de transporte en moto de la zona.
De acuerdo con autoridades capitalinas, la presencia policiaca continuará en el área con el objetivo de evitar algún tipo de disturbio y trabajará para erradicar la actividad criminal referente a la distribución y venta de drogas y estupefacientes en la zona oriente de la ciudad.