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Después de la captura de Felipe de Jesús “N”, alias El Ojos, el jefe delegacional en Tláhuac, Rigoberto Salgado, aseguró que la demarcación a su cargo es segura y en ella hay gobernabilidad.
Negó la existencia del crimen organizado y culpó a las redes sociales de buscar generar una percepción de inseguridad en la delegación. Es un asunto “de proporción poblacional que no es un tema de ciudad, al gobierno federal desafortunadamente se le salió de las manos la política criminal y no es más [que] reflejo de lo que está ocurriendo en todo el país”, declaró a EL UNIVERSAL.
Salgado afirmó que percibe una delegación tranquila, donde hay gobernabilidad y que la gente está en paz.
Rechazó la presencia del crimen organizado, pues según los datos que tiene él de la procuraduría capitalina, Tláhuac es la cuarta delegación más segura.
Incluso, dijo que comparando los datos de incidencia delictiva de Gustavo A. Madero y Cuauhtémoc, los de Tláhuac son menores.
Sobre la captura de El Ojos, el morenista dijo desconocer si este hombre se dedicaba o no al narcotráfico en Ciudad Universitaria. “Te comento que es una acción certera de la procuraduría, de la instancia que haya sido, federal o local, y va a provocar mayor gobernabilidad”.
Reiteró que la posición del gobierno delegacional es trabajar en favor de la prevención del delito y para ello ya se tiene un modelo único en el país.
“Hay que trabajar en una cultura de la paz, de la legalidad, y nosotros hemos dicho que en los temas de justicia, debemos insistir en la procuración de justicia de instancias federales o, en su caso, de la Ciudad, que son las únicas facultadas a partir del control de mando que existe”.
Señaló que el operativo ocurrido ayer fue una acción en beneficio de los habitantes y es bienvenida. Consideró que más allá de implementar operativos, se requiere trabajar con los jóvenes e impulsar una política social certera hacia los niños y los jóvenes.
El 15 de mayo de este año, los jefes delegacionales de Xochimilco y Tláhuac, Avelino Méndez y Rigoberto Salgado, respectivamente, negaron un incremento de la delincuencia y rechazaron la presencia de cárteles en esas demarcaciones.
Ambos consideraron que lo que hay es una percepción de inseguridad mayor por campañas que politizan el flagelo de la inseguridad.
