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Madres y padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa, desaparecidos en Guerrero desde hace casi tres años, se manifestaron la mañana de ayer afuera del hotel Moon Palace, en Cancún, en donde se desarrolla la 47 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), lo que motivó la llegada de policías federales y locales para mantener el orden.
José Alberto Pech, de la Coordinación de Madres, Padres y Tutores por la Nación, indicó que intentaban presentar a los 34 representantes de los Estados que integran la OEA, el caso de los estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos, quienes fueron víctimas de desaparición forzada en septiembre del año 2014, en una acción en la que se involucra al Ejército Mexicano y se acusa al gobierno de coludirse para la comisión de un “crimen de Estado”.
Ante la llegada del contingente, que hizo una primera escala en el Aeropuerto Internacional de Cancún para contactar a la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, la policía colocó vallas afuera del hotel para impedirles el paso; jóvenes, varios de ellos con el rostro cubierto, intentaron remover las estructuras; otros empujaron a los agentes.
Pech dijo que como la OEA ha dado entrada a las quejas de violaciones a los derechos humanos en otros países, pretendían exponer la situación de México, que padece una crisis en la materia y por la presunta colusión entre la delincuencia y las instituciones.
Bajo la lluvia, los activistas, residentes de Cancún y familiares de los 43 normalistas lanzaron consignas y se pronunciaron por un alto al “hostigamiento y la represión”, reiterando que el caso de Ayotzinapa es “un crimen del Estado mexicano”.