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La Secretaría de la Defensa Nacional y el gobierno de Puebla acordaron reforzar las acciones de seguridad contra el crimen organizado que se dedica al robo de hidrocarburos en la entidad, con lo que, según información de la administración estatal, se estableció que llegarán mil elementos del Ejército más, que se sumarán a los mil que trabajan hasta hoy ahí.
El gobernador de Puebla, Antonio Gali Fayad y Juan Manuel Rico Gámez, comandante de la Sexta Región Militar, coincidieron durante un homenaje póstumo a los cuatro militares fallecidos en los hechos violentos del pasado miércoles en Palmarito Tochapan, municipio de Quecholac, Puebla, en cerrar filas contra el crimen organizado.
Refrendaron su apoyo a los familiares de los militares fallecidos al recibir disparos con arma de fuego en cumplimiento de su deber, y dijeron que los hechos no quedarán impunes.
Con esa premisa, la Procuraduría General de la República (PGR) envió más personal para indagar todo lo sucedido y el contexto en que se dio el ataque contra militares, con el objetivo de fortalecer la carpeta de investigación, vincular a proceso a los imputados y evitar la impunidad.
Fuentes federales consultadas por EL UNIVERSAL informaron que el caso es prioritario, con el apoyo del gabinete de seguridad se pretende desmantelar la red del crimen organizado que se dedica al robo de combustible en la zona y conseguir, con pruebas suficientes, condena ejemplar.
En tanto, durante la ceremonia luctuosa en la 25 Zona Militar, el general Rico Gámez destacó que no se dejarán intimidar y seguirán cumpliendo con su deber.
Ante familiares de los caídos, el gobernador de Puebla, Antonio Gali Fayad, e invitados especiales, el general expresó que lo del pasado 3 de mayo fue un cobarde ataque contra los elementos de las Fuerzas Armadas, ya que los que dispararon utilizaron de escudo a niños: “Dejamos bien claro que como sociedad nos sentimos profundamente indignados y conmovidos por la pérdida de nuestros compañeros de armas, pero esas circunstancias adversas jamás nos intimidarán.
“Nos unimos al enorme pesar que embarga a los familiares de quienes desafortunadamente fueron víctimas de la delincuencia organizada; los militares procuraban el bienestar de la ciudadanía en Puebla y este cobarde y vil ataque, al usar a mujeres y niños como escudos, no sólo representa una agresión contra las Fuerzas Armadas, sino una afrenta a la sociedad”, expuso.
Desde la explanada del sexto regimiento, el gobernador Gali Fayad advirtió que nadie estará por encima de la ley y no se escatimarán recursos para recobrar la paz en la zona conocida como El Triángulo Rojo, donde “lamentablemente la población participa” en el robo de hidrocarburos.
En el homenaje de cuerpo presente, el general Rico Gámez mencionó que el Ejército se siente indignado por la muerte de cuatro soldados a manos del crimen organizado, pero permanecerán unidos para brindar seguridad.
“Fueron víctimas de la delincuencia organizada, los destacados jóvenes mexicanos procuraban el bienestar de la ciudadanía”, expresó luego de invitar a la sociedad a no dejarse engañar por la delincuencia organizada.
“Invitamos a la población que no se deje llevar por el camino de la ilegalidad y violencia que provoca la delincuencia organizada que sólo contribuye a abrir heridas en la sociedad, que en nada abonan a la paz y la concordia que deseamos todos los mexicanos”, dijo.
Puntualizó que los militares que perdieron la vida pudieron haber respondido ante el ataque con armas de fuego, pero “decidieron el sacrificio propio a costa de respetar la vida de los civiles manipulados de forma irresponsable por los delincuentes”.
Antonio Gali, insistió que “el deber de los gobiernos es salvaguardar la paz; a los familiares les reiteró que no se quedará impune y estarán en la cárcel los que participaron en el ataque artero porque nos sentimos profundamente, orgullosos del Ejército”.