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En 2016, la Procuraduría General de la República (PGR) inició 2 mil 960 carpetas de investigación por el presunto robo de hidrocarburos. Guanajuato y Puebla encabezan la lista con más indagatorias abiertas.

A través de la solicitud de información con folio 0001700009417, fechada el 25 de enero de 2017, la PGR detalló que en Guanajuato se abrieron mil 322 carpetas de investigación por este ilícito; le siguen Puebla, con 367; Veracruz, 235; Hidalgo, 198; Tamaulipas, 139, y Querétaro, 138.

Con base en datos del Sistema Institucional de Información Estadística (SIIE), la dependencia federal señaló que entre 2014 y 2016 se registraron 6 mil 913 averiguaciones previas iniciadas por el “presumible delito de sustracción de hidrocarburos”, de las cuales 3 mil 294 corresponden a 2014; 2 mil 930 a 2015, y 689 a 2016.

Entre el miércoles y el jueves se registraron enfrentamientos armados entre elementos del Ejército y bandas de huachicoleros (personas que roban combustible) en Palmarito Tochapan, Puebla, por la denuncia de toma clandestina de hidrocarburos, los cuales dejaron un saldo de 10 personas muertas, 11 heridas, 14 detenidas, así como el aseguramiento de tres cuernos de chivo, una pistola y cuatro camionetas, dos de ellas blindadas.

El operativo. El secretario de Gobierno de Puebla, Diódoro Carrasco Altamirano, informó que el operativo Palmarito surgió a partir de la atención a una denuncia de toma clandestina, y durante su realización “fueron agredidos a balazos por presuntos delincuentes de esa comunidad”.

En su edición del 9 de enero de 2017, EL UNIVERSAL publicó que las tomas clandestinas se convirtieron en un factor que puede provocar problemas de abasto no sólo de gasolinas, sino de diesel, gas y hasta crudo en amplias regiones del país.

Funcionarios del sector energético reconocieron en ese momento que tramos de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) por donde se transportan los hidrocarburos, dejan de operar alrededor de 18 mil horas al año por los daños que provocan estos ilícitos.

En esa ocasión, el director de Pemex Logística, Roberto Revilla Ostos, señaló que hay que entender que “desafortunadamente cuando hay un paro de un ducto, por una toma clandestina, el producto está empaquetado y a veces son 200 o 400 kilómetros de distancia que tiene que recorrer y no puede ser entregado en tiempo y forma”.

Durante ese tiempo, Petróleos Mexicanos suspende el flujo de hidrocarburos, para reparar los ductos, comentó Revilla Ostos en entrevista con EL UNIVERSAL, e indicó que tan solo en 2016 el número de tomas clandestinas superó la cifra de 6 mil perforaciones a lo largo del sistema de ductos utilizado para transportar combustibles, que se estima en 32 mil kilómetros.

En 2015, según datos del Informe de sustentabilidad de Pemex, “las tomas clandestinas, delito que lesiona las finanzas de la empresa y que pone en riesgo la seguridad del medio ambiente y de las comunidades, se registraron 5 mil 252 eventos”, lo que representa un incremento de 748 perforaciones ilegales reportadas a lo largo de ese año.

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