Con 33 periodistas muertos en lo que va del sexenio y 17 sacerdotes que murieron bajo circunstancias violentas, la Arquidiócesis Primada de México consideró a estas dos como las profesiones más peligrosas de ejercer en el país”. “La violencia en México no sólo no cesa, sino que es ya incontenible.


La semana pasada el luto cubrió dos brazos que hacen fuerte a nuestra sociedad frente a la corrupción, la impunidad y el delito. Fue un lunes negro para las dos profesiones que ya son las más peligrosas en México”.

El texto asegura que los periodistas fallecieron como consecuencia de contar la verdad y develar a la opinión pública “las alarmantes relaciones entre el crimen y las autoridades que han sido corrompidas por el poder enemigo que nos está destruyendo”.

Agrega que el gremio se ha encargado de dar nombre e identidad a los desaparecidos y a las víctimas de la violencia que se vive en la república, y en la que se registran hasta 70 asesinatos diarios.

El artículo lamentó la muerte del reportero Javier Valdez Cárdenas quien “cayó por las balas del crimen: doce tiros, como el nombre del semanario que fundó: Ríodoce”, y agregó que los reporteros, fotógrafos y demás colegas no salían de su asombro cuando se dio a conocer el deceso de Jonathan Rodríguez Córdova, de 26 años de edad, y la agresión contra su madre, Sonia Córdova Oceguera, quienes dirigían el semanario El costeño de Autlán, en Jalisco.

Con respecto a ejercer como sacerdote, recordó y reprobó el atentado que se suscitó en la Catedral Metropolitana, en contra del padre Miguel Ángel Machorro Alcalá, quien fue apuñalado mientras oficiaba misa. “Como plaga apocalíptica, el sacerdore fue arteramente apuñalado, tiñendo de rojo un recinto de paz y misericordia, sólo porque un desequilibrado supuso que su ley: la violencia, era la mejor forma para consumar sus irracionales pretensiones”.

La arquidiócesis encabezada por el cardenal Norberto Rivera Carrera, señaló que los burócratas “están sentados en el escritorio haciendo mesas de diálogos estériles, medidas inútiles y altamente costosas para el país”; sin embargo, la realidad los tiene rebasados y “no saben salir del abismo”.

Resaltó que la vocación de los religioso es brindar servicio espiritual a sus fieles y lamentó que ahora sean blanco del crimen “por ser incómodos en la tarea profética de anunciar y denunciar, por guiar a sus comunidades por sendas de una vida más digna frente a los corruptores del tejido social”.


Bajo el título “Lunes negro” el artículo refirió que quisieran confiar en que las autoridades cumplirán con su deber de castigar a aquellos que atentan contra la vida de periodistas, sacerdotes y miles de mexicanos cuyas familias no han tenido justicia por homicidios, pero afirmó que es casi imposible.

“La realidad dice otra cosa, 99% de los crímenes contra periodistas permanece impune y lo mismo puede decirse de los sacerdotes abatidos”.


Ante este panorama, las arquidiócesis se cuestiona quiénes están detrás de la justicia y cuáles son esas “maniáticas” comisionado mes de las autoridades y el crimen. ¿Por qué se ha hecho tan fácil matar a periodistas y sacerdotes en México? Concluye el texto.

cfe

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