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El ex director general de Apoyo Táctico contra el Narcotráfico de la Policía Federal, Iván Reyes Arzate, fue intocable en la Operación Limpieza, pese a que las investigaciones de autoridades estadounidenses señalan que operaba desde 2009 con el Cártel de los Beltrán Leyva y otras organizaciones criminales.
En 2008, bajo la administración de Felipe Calderón, comenzó la depuración de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Policía Federal (PF) y pese a que varios agentes fueron detenidos y separados de su cargo, a la fecha ninguno de ellos se encuentra tras las rejas por falta de elementos que acreditaran el delito.
En el caso de Reyes Arzate, enlace con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA), ni siquiera se detectó que tenía contacto directo con un operador de los Beltrán Leyva y que evitó que las acciones en contra de la organización criminal tuvieran éxito.
Según la agencia de noticias AP, el ex agente de la PF colaboraba con los Beltrán Leyva desde 2009, y llegó a tener encuentros directos con el líder del cártel, Arturo Beltrán Leyva, antes de que éste fuera asesinado en diciembre de ese año.
Las indagatorias señalan que el ex federal recibió pagos del crimen organizado que llegaron a sumar millones de dólares.
La Operación Limpieza detectó que elementos de la PF estaban relacionados con el narcotráfico, como José Antonio Martín Montes Garfias, encargado de brindar protección a los Beltrán Leyva en el Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM) para el trasiego de droga.
Montes Garfias estuvo involucrado en el asesinato del coordinador de seguridad regional, Édgar Eusebio Millán Gómez. El mando policiaco dio grandes golpes al Cártel de Los Beltrán Leyva, que mandó matarlo.
Igor Labastida Calderón comandante de Tráfico y Contrabando de la PF, quien trabajaba con Millán Gómez, también fue ejecutado. En 2008 fueron detenidos siete altos mandos, seis mandos medios y 12 agentes, entre ellos el de más alto nivel, el ex zar antidrogas, Noé Ramírez Mandujano; Rodolfo de la Guardia García, ex director de Interpol México; Víctor Garay Cadena, ex comisionado de la PF, y el ex coordinador de Seguridad Regional de la PF, Javier Herrera Valles.
Los funcionarios fueron señalados por nueve testigos protegidos, entre ellos Jennifer, como se le identificó a Roberto López Nájera, colaborador de Édgar Valdés Villarreal La Barbie, como parte de una red que daba información a los Beltrán Leyva. Ninguno de ellos permanece en prisión por falta de pruebas, todos están libres.
Reyes Arzate fue separado de su cargo en noviembre de 2016 y anteayer se anunció que se entregó a la Fiscalía de Chicago al conocer que era investigado.
El cargo que se le imputa es obstrucción de una investigación relevante para ambas naciones a cambio de un beneficio personal y por el cual podría alcanzar una pena de cinco años de prisión.