Más Información
politica@eluniversal.com.mx
El gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, retiró por decreto el mando de la policía municipal del ayuntamiento de Cuauhtémoc, al igual que hace semanas lo hizo con otros seis municipios, lo que provocó el rechazo de los alcaldes de esas demarcaciones por ser una decisión “unilateral e impositiva”, señalaron.
“La inquietud de mi parte es saber por qué razón no se consideró la opinión del municipio en esta decisión del Mando Único. Estábamos en el acuerdo de trabajar en un esquema de colaboración, de coordinación y de comunicación”, dijo el edil, Humberto Pérez Olguín, quien al igual que Corral es de extracción panista.
“Siempre anteponíamos la comunicación; desconozco la razón de por qué se toma esta decisión y se decreta esto por parte del estado”, agregó.
Pérez dijo estar molesto con la medida y aseguró que no ha sido recibido por el gobernador Javier Corral, incluso estuvo presente en un evento encabezado por el titular del Ejecutivo en la capital del estado este miércoles, con la intención de plantearle su inquietud, pero no fue atendido.
Lo anterior, luego de que el pasado sábado se emitió un acuerdo mediante el cual Corral ordenó que asumiría el control de la seguridad pública del municipio, desplazando a los mandos designados por el alcalde.
“Se asume por el gobernador de Chihuahua, de manera inmediata y temporal, el mando de la policía municipal y de Vialidad y Tránsito del municipio de Cuauhtémoc”, señala parte del acuerdo 086/2017, publicado en el Diario Oficial del estado.
La medida ocurre a un mes de que se emitiera una similar para seis municipios del noroeste de la entidad, lo cual provocó que más de 100 policías y el alcalde de Nuevo Casas Grandes, David Martínez Garrido, se declararan en huelga de hambre, en protesta por el proceder del gobernador, ya que tampoco se consultó la disposición con los presidentes municipales.
La alcaldesa de Casas Grandes, Yesenia Reyes Calzadillas, de extracción panista, se opuso abiertamente al gobernador por considerar que era totalmente injustificada la medida.
“No es verdad lo que dijo el gobernador. En su decreto dice que debemos acatar sus instrucciones si él considera que tenemos un problema de orden público. Nosotros no tenemos esos problemas ni existe algún antecedente en que hubiéramos necesitado la intervención del estado”.
Agregó que tampoco estuvo de acuerdo en la forma en que se operó el acuerdo: “Simplemente son los actos que se hicieron, no hubo nada formal, nada oficial para informarnos”.
David Martínez Garrido, también panista, quien estuvo 96 horas en huelga de hambre, dijo: “Nadie se niega a someterse a los procesos de control de confianza ni a recibir capacitación. Pero esas no eran las formas, no se puede dejar de un día para otro a un municipio tan extenso sin su policía”.
El desdén de Corral por los alcaldes no es privativo del cambio obligatorio en las fuerzas de seguridad, ya que según explicó el líder estatal del PRI, Guillermo Dowell, se tiene información de que son sólo unos cuantos presidentes municipales con los que el gobernador ha mantenido comunicación.
“Es un tema muy grave, no ha habido reuniones o acercamientos del gobernador, la única fue hace meses para decirles que no había dinero. La queja de los alcaldes es que no hay apoyos, pero sí conflictos”, dijo el dirigente.
Agregó que la coordinadora de la bancada priísta en el Congreso local, Karina Velásquez, tiene documentadas quejas incluso de alcaldes panistas, quienes le piden ayuda para gestiones por no poder reunirse y plantearlas al gobernador Javier Corral.
“En todas las dependencias estatales lo que dicen siempre es que no hay recursos y los presidentes municipales no tienen a quién recurrir para explicar sus problemas, propias o regionales”, dijo Dowell.
De acuerdo con el PRI, en los seis meses que lleva la presente administración estatal apenas se contabilizan unos cuantos municipios que Corral Jurado ha visitado, de los 67 en la entidad: “Es un gobernador distante”, sentenció el líder tricolor.
