Los Zetas era el grupo armado del Cártel del Golfo, creado con desertores del Ejército que reclutó el narcotraficante Osiel Cárdenas Guillén, quien llegó a controlar el crimen organizado en Nuevo León y Tamaulipas.
En 1999, alrededor de 40 ex soldados del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFES), algunos con entrenamiento en Estados Unidos e Israel, fundaron el grupo armado delictivo y aplicaron muchas de las estrategias aprendidas para delinquir.
La organización jerárquica y de contrainteligencia también es parecida a la del Ejército. Los integrantes adquieren pseudónimos, en el caso de los mandos, inician con la letra Z, todos los fundadores ya fueron aprehendidos, algunos fueron extraditados a Estados Unidos o están muertos.
Arturo Guzmán Decena, el “Z-1”, el primer zeta, murió en 2002 durante un enfrentamiento en Matamoros; al frente quedó Heriberto Lazcano Lazcano “El Lazca”, que fue abatido en un enfrentamiento con infantes de Marina, en 2012; le siguió en 2013 Miguel Ángel Treviño Morales, el “Z-40”, quien fue capturado por la Marina; su hermano, Omar Treviño Morales, el “Z-42”, fue detenido en Nuevo León, en marzo de 2015.
A “El Lazca” se le atribuye haber ordenado la desaparición de personas en ácido.
EXTREMA VIOLENCIA
Los Zetas se caracterizaron por la extrema violencia, torturaban y ejecutaban a sus enemigos. Decapitaban y descuartizaban los cuerpos para difundir terror, modus operandi que después fue imitado por otros grupos criminales.
Tras la captura de Cárdenas Guillén, en 2003, Los Zetas se separaron para formar su propia organización, pero aunque tenían las armas que obtuvieron con el Cártel del Golfo, no controlaban el trasiego de drogas, por lo que empezaron a cometer delitos del fuero común en contra de la población: secuestro, extorsión, desaparición de personas, homicidio y robo, indican informes de inteligencia militar.
Más tarde lograron reclutar a ex Kaibiles, soldados de élite de Guatemala.
Desde entonces disputan Tamaulipas y tienen presencia en Veracruz, Tabasco, Puebla, San Luis Potosí, Coahuila y Nuevo León, principalmente, de acuerdo con informes de la PGR y Fuerzas Armadas.
En 2001, cuando Joaquín “El Chapo” Guzmán escapó del penal de Puente Grande, Jalisco, organizó una reunión de capos en Cuernavaca para formar la Federación. Ahí estuvieron “El Mayo” Zambada, Nacho Coronel, Juan José Esparragoza “El Azul”, Vicente Carrillo Fuentes y Arturo Beltrán Leyva “El Barbas”, el objetivo era unirse para combatir a Cárdenas Guillén, en Tamaulipas y Nuevo León, y a los Hermanos Arellano Félix, en Tijuana.
Arturo Beltrán Leyva y Édgar Valdés Villarreal “La Barbie”, fundaron “Los Pelones”, grupo de sicarios para combatir a Los Zetas.
En 2003 fue detenido Osiel Cárdenas Guillén y al poco tiempo el pacto de la Federación se rompió por venganzas entre el Cártel de Juárez y el Cártel de Sinaloa, y los hermanos Beltrán Leyva se aliaron a Los Zetas en contra del Cártel de Sinaloa.
A Los Zetas se les responsabiliza de algunos de los peores crímenes recientes en contra de personas inocentes.
En 2010, por no pagar el rescate de su secuestro, ejecutaron al mismo tiempo a 72 migrantes que iban a Estados Unidos, en San Fernando, Tamaulipas.
En 2011 incendiaron el Casino Royale, en Monterrey, por no pagar la extorsión o derecho de piso que exigían a los dueños. El saldo fue de 52 personas muertas.
En 2012, Los Zetas ayudaron a sus cómplices presos a escapar del penal de Apodaca, Nuevo León. 30 Zetas lograron darse a la fuga y los que quedaron presos asesinaron a varios internos del Cártel del Golfo, en total murieron 44 reos.
FRACTURA
Del 2011 al 2012, los Zetas sufrieron varias fracturas al interior de su estructura luego del abatimiento de “El Lazca” y la captura de Miguel Treviño Morales el “Z-40”, lo que provocó que varias celulas se pasaran al Cártel del Golfo.
Desde el 2013 a la fecha los Zetas han intentado recuperar los territorios perdidos frente al Cártel del Golfo en Tamaulipas, por lo que se ha vuelto escenario de peleas entre los dos cárteles de la droga.