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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
Un tribunal federal en el estado de Jalisco concedió un amparo a Ernesto Fonseca Carrillo, Don Neto, para que inicie el trámite de solicitud de libertad anticipada.
Con este beneficio, Fonseca Carrillo, Don Neto, narcotraficante del Cártel de Guadalajara, podría salir de su casa, donde cumple su condena en prisión domiciliaria.
El Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito, con sede en Zapopan, Jalisco, confirmó un amparo concedido al delincuente para que el juez Primero de Distrito Especializado en la Ejecución de Penas, dé entrada al trámite de libertad preparatoria.
Don Neto vive en la zona residencial de Valle Escondido, municipio de Atizapán de Zaragoza, Estado de México, desde julio de 2016, cuando la Secretaría de Gobernación (Segob) envió un oficio al Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Readapatación Social para acatar la orden de un juez que le otorgó el beneficio de prisión domiciliaria porque tenía 86 años de edad y 19 padecimientos, entre ellos, posible cáncer de colon, reumatismo, hernia hiatal, hipertensión arterial y ceguera, entre otros.
Carrillo Fonseca, originario de Badiraguato, Sinaloa, fue detenido en 1985, en Puerto Vallarta, Jalisco, y condenado a 40 años de prisión por el secuestro y asesinato del agente de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus siglas en inglés), Enrique Kiki Camarena Salazar y el piloto Alfredo Zavala Avelar, en febrero de 1985.
Según las acusaciones de la DEA, en diciembre de 1984, Rafael Caro Quintero y Carrillo Fonseca conspiraron en contra del agente estadounidense que investigaba las operaciones del Cártel de Guadalajara.
Carrillo Fonseca lleva purgados casi 32 años de la sentencia que le fue impuesta y en julio de 2016 le fue concedida la prisión domiciliaria debido a sus malas condiciones de salud, por lo que fue trasladado del penal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco, a una residencia del fraccionamiento Hacienda del Valle Escondido, en Atizapán de Zaragoza, Estado de México.
La sentencia de amparo ordena que el juez aplique la legislación vigente en 1985, que permitía a los condenados solicitar la remisión parcial de la pena, es decir, que se realice el cómputo de que por cada dos días que Don Neto permaneció recluido se le puede descontar un día de la condena y que se le permita ofrecer pruebas de que cumplió con los requisitos establecidos en la legislación vigente en ese año para gozar de este beneficio.
Esto no significa que en automático el capo sea puesto en libertad y las medidas de seguridad instaladas en su domicilio se retiren, sino que el juez deberá valorar las pruebas y determinar si es posible o no considerar que Don Neto cumplió con el objetivo de reinserción social al observar buena conducta, no representar un riesgo para la sociedad y haber cumplido con el tiempo requerido, entre otras.
El amparo está en revisión para que el juez determine las condiciones de libertad condicional, que podrían ser que el sentenciado acuda a firmar al juzgado en fechas preestablecidas, que no salga de la entidad o del país, entre otras.
Para que o pierda este beneficio deberá cumplir con los requisitos que se le impongan.
En 2015, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito en Jalisco otorgó un amparo a favor de narcotraficante para seguir su condena en prisión domiciliaria.
Rafael Caro Quintero, otro integrante del Cártel de Guadalajara, también sentenciado por el homicidio de El Kiki Camarena Salazar y el piloto, está prófugo desde agosto de 2013, cuando fue puesto en libertad porque un juez federal le concedió un amparo al considerar que fue juzgado en el fuero federal, cuando le correspondía al fuero común conocer su caso.
Estuvo 28 años en la cárcel y cuando salió libre le fue revocado el amparo por un tribunal federal y las autoridades estadounidenses ofrecieron 5 millones de dólares de recompensa por su recaptura, puesto que cuenta con una solicitud de extradición.