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Servando Gómez Martínez, La Tuta, denunció que autoridades del Centro Federal de Readaptación Social 1 Altiplano, lo tienen recluido en una celda de castigo con las características de un calabozo.
Mediante un amparo —quien ha sido señalado como líder de los Caballeros Templarios— indicó que fue recluido en una celda de castigo por más de 24 horas, donde se le mantuvo incomunicado, segregado, víctima de tortura psicológica y que, al restringirle el paso a los límites de su estancia, esto se traduce en un calabozo, pues la celda en la que se encuentra carece de luz de sol.
La Tuta también reclamó que se le restringió el contacto con sus defensores y la visita familiar e íntima.
El asunto fue admitido por el juez Primero de Distrito en materias de amparo y juicios federales en el Estado de México, quien concedió la suspensión de plano de los actos reclamados para cesar cualquiera de estas conductas que pudieran ser calificadas como tortura.
“Para el efecto de la suspensión de plano otorgada se debe entender como celda de castigo aquélla que no cuente con los servicios para satisfacer las más elementales necesidades del quejoso como ser humano”, detalló el juez de amparo.
Consideró que la prohibición de acudir al área de comedor, implica un peligro para la integridad física y mental de La Tuta, por lo que ordenó que le sean proporcionados los alimentos necesarios para su supervivencia en el horario y lugar que determinen las autoridades del penal, en cantidad suficiente y horarios propios para preservar su salud.
Con relación a la incomunicación y segregación señalada por Gómez Martínez, el juzgador ordenó que se le permita tener comunicación con sus familiares y sus defensores en los horarios y bajo los requisitos establecidos en los reglamentos del Altiplano.
Servando Gómez Martínez, La Tuta está acusado por el secuestro de un empresario michoacano en 2011, delincuencia organizada y narcotráfico.
Fue detenido en febrero de 2015 en Morelia, Michoacán, por elementos de la Policía Federal e internado en el Altiplano.
Gómez Martínez estudió la carrera magisterial en el Centro Regional de Educación Normal de su municipio natal Arteaga, Michoacán.
Según declaraciones de su hijo Luis Servando Gómez Patiño El Pelón a la PGR, en 2001 su padre y su amigo, de apellido Barragán concretaron su primer negocio ilegal con la siembra de marihuana.
Después, los narcotraficantes de la zona se les unieron para hacer frente a Los Zetas, que sometían a autoridades y controlaban los municipios michoacanos mediante constantes ataques y ejecuciones de mandos policiacos.