Octubre, el primer mes de la administración de Javier Corral en Chihuahua, estuvo marcado por la cifra más alta de averiguaciones previas por homicidios dolosos en el último año: 158 asesinatos en 31 días.
Cada semana, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), 40 chihuahuenses murieron de forma violenta. Esta cifra es el doble de lo reportado en el mismo mes de 2015, cuando el número de esos homicidios fue de 70.
Cinco meses después de asumir como gobernador, los números de Corral no son alentadores. De octubre de 2016 a febrero de 2017 se tiene un registro de 639 asesinatos violentos en toda la entidad. Una tercera parte fueron con arma de fuego. El inicio de 2017 ha sido uno de los más violentos en el estado. Entre enero y febrero se cometieron cuatro de cada 10 de esos homicidios.
Juárez y Chihuahua son los dos municipios que concentran siete de cada 10 (448) asesinatos. Ciudad Juárez, considerada en 2009 como la ciudad más violenta del mundo, presentó un alza el mes que Corral llegó al estado. De septiembre a octubre de 2016, los homicidios subieron de 51 a 78.
De octubre de 2015 a febrero de 2016, el gobierno de César Duarte sumó la mitad de homicidios que su sucesor. Chihuahua contabilizó 333 asesinatos. Un promedio de tres por día. Número que se ha duplicado en el gobierno panista.
De enero a junio de 2016, antes de que Corral fuera declarado ganador de la gubernatura de Chihuahua, la cifra de homicidios con arma de fuego se mantuvo con los mismos números. Un promedio de 51 asesinatos con arma de fuego, pero después de ese mes la cifra ha tenido incrementos constantes.
El punto más alto fue en octubre de ese año, cuando se registraron 119 muertes por arma de fuego, cifra que hasta el momento no había sido reportada en los últimos dos años. Febrero está cerca de llegar a este punto: el mes cerró con 94 homicidios de ese tipo.
“Cuando hay cambios de gobierno se dan reacomodos. Podría ser una de las explicaciones. O que los recursos van para seguridad en un solo lado. Todo influye, como la gran cantidad de marginación y el sitio estratégico en el que se encuentra Chihuahua”, explica María del Socorro Arzaluz Solano, especialista en temas de seguridad pública del Colegio de la Frontera Norte.
Violencia, al alza
De las 10 categorías de delitos que el gobierno federal mide cada mes, en seis se reportó un incremento desde que Javier Corral llegó a la gubernatura. Aquellos que son catalogados como “otros delitos”, entre los que se incluyen amenazas o estupro, pasaron de 2 mil 161 averiguaciones previas en septiembre a 2 mil 539 en el último reporte de febrero.
Los delitos patrimoniales, en especial el daño a propiedad ajena, también pasaron de 841 a 870 en el mismo periodo. Los homicidios, en ambas categorías, mostró una tendencia al alza. En septiembre de 2016 se reportaron 148 y en febrero de 2017, 166. Nueve de cada 10 fueron asesinatos con violencia.
“[Los homicidios] pueden ir en aumento si no se toman medidas. No sólo es Chihuahua, que ahora llama la atención por lo que ha sucedido en últimos días”, asegura Arzaluz Solano.
María de Lourdes Romo Aguilar, directora general noroeste en el Colegio de la Frontera Norte, consideró que “no se puede prever un escenario muy alentador en Chihuahua”.
Subrayó que el corto tiempo que lleva como gobernador Javier Corral “lamentablemente ha estado impregnado de situaciones muy difíciles”.
Romo Aguilar, quien sigue de cerca la situación en Chihuahua, enfatizó que si bien la violencia no es generalizada en todo el estado, la percepción de inseguridad se vive en la capital, en Ciudad Juárez, y en toda la sierra.
“Estamos preocupados, no puede seguir sucediendo esto. Entre 2008 y 2011 la violencia fue terrible, parecía que estábamos en un sitio de guerra, en las escuelas enseñaban qué hacer en caso de una balacera y no queremos que se repita eso, sería terrible”, destacó.
La experta dijo que se había observado que los homicidios en la entidad habían bajado, pero la percepción de la población es que se puede regresar a un estado violento.
“La percepción ahora es: ‘¿Vamos a volver a empezar?’. Sí se había sentido un alivio ante el fenómeno de inseguridad, pero cuando empieza esta serie de crímenes el ánimo general es de volver a caer en la misma situación”, dijo.
“Estamos hablando de corrupción, de situaciones de indefensión, poca confianza en las instituciones y en las autoridades; lamentablemente esto no tendría que estar ocurriendo, son los mismos factores en el resto del país, pero reproducidos a nivel estatal”, agregó.
Al analizar la situación de violencia en la entidad, Martín Gabriel Barrón Cruz, investigador en Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe), explicó que los cambios de administración gubernamental traen como consecuencia un repunte de violencia “porque el saliente logró controlar, estabilizar o entendió la lógica de la violencia”.
Para Barrón Cruz, experto en temas de seguridad y narcotráfico, habría que analizarse si la violencia es por algún tipo de ajuste de cuentas entre los cárteles de la droga en el país o bien si es producto de las nuevas figuras gubernamentales: “En este caso Corral empieza con otra lógica junto con su equipo de gobierno y desajusta lo que había”, comentó, luego de recordar que Ciudad Juárez llegó a ser considerada la quinta ciudad más violenta del mundo.