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A su regreso a México, los migrantes repatriados por el gobierno de Donald Trump, en Estados Unidos, tienen su primer conta cto con los agentes de migración mexicanos y con los asesores jurídicos del Instituto Federal de Defensoría Pública (IFDP).
A estos servidores públicos corresponde la tarea de escuchar sus historias de frustración, desesperación y hasta lidiar con su desconfianza en las autoridades.
En cinco estados de la República que hacen frontera con Estados Unidos, las delegaciones del instituto, dependiente del Poder Judicial de la Federación, brindan apoyo a quienes son devueltos a territorio mexicano, en el marco del Programa de Asesoría Jurídica Gratuita a Mexicanos migrantes y repatriados.
Se trata de migrantes que hicieron su vida en aquel país y de aquellos que, a pesar de las advertencias del endurecimiento en la vigilancia migratoria, no lograron concretar el sueño de llegar a territorio americano.
El programa fue implementado de modo extraordinario, por lo que los repatriados que llegan a la garita de Nogales, Sonora, una de las delegaciones más grandes dependiente del instituto, son atendidos en sillas de ruedas y cubículos improvisados para recibir asesoría jurídica.