Más Información
Extinción del Inai; Adrián Alcalá pide a legisladores garantizar protección de datos y acceso a información
FOTOS: "Estábamos abriendo la bodega cuando nos sacaron los militares"; trabajadores narran operativo en plaza de izazaga
“Vamos por todos los peces corruptos”; Raquel Buenrostro rinde protesta como secretaria de Función Pública
Taddei insiste a Morena que se necesitan 13 mmdp para elección judicial; acuerda revisar presupuesto de nueva cuenta
El narcotraficante italiano Iván Fornari fue capturado en la localidad mexicana de Playa del Carmen, estado de Quintana Roo, y ahora se encuentra recluido en una cárcel del país europeo, informaron hoy portavoces de las fuerzas del orden.
De 35 años de edad, Fornari presumía en Facebook su modo de vida en la localidad caribeña mexicana y fue gracias a las fotografías que publicaba constantemente que pudo ser ubicado e identificado por la policía de Cagliari (Cerdeña), que le seguía la pista.
El hombre aparecía tomando el sol en la playa, con mujeres, en el gimnasio o con delfines en el mar. Incluso su cuenta en Facebook estaba a su nombre, lo que permitió localizarlo con precisión.
Las informaciones fueron transmitidas a través de Interpol a la policía mexicana, que lo detuvo y embarcó en un avión, que el miércoles aterrizó en el aeropuerto Leonardo Da Vinci de Roma.
LLegado a territorio italiano, fue puesto bajo arresto y transferido a la cárcel de Civitavecchia, en el centro del país. Fornari deberá pagar una pena de cinco años y siete meses por tráfico de droga.
Según la policía italiana, entre 2013 y 2014 estuvo involucrado en varias operaciones de tráfico de más de 60 kilos de hachís. En mayo de 2016 fue declarado prófugo de la justicia y en octubre fue emitida una orden de arresto, pero el hombre ya tenía tiempo de haber abandonado Italia.
De acuerdo con la policía, inicialmente Fornari se refugió en España, pero desde hace aproximadamente un año se encontraba en Playa del Carmen, donde había abierto un restaurante.
Los agentes lograron detectar ese restaurante, el condominio en el que vivía, el gimnasio donde se entrenaba y hasta la playa en la que tomaba el sol. Se trató del segundo delincuente italiano extraditado desde México en menos de una semana.
El viernes pasado tocó el turno a Giulio Perrone, miembro de la Camorra, la mafia napolitana, acusado también de narcotráfico y que desde hace años vivía en el norteño estado mexicano de Tamaulipas.
El hombre, de 65 años de edad, fue igualmente detectado gracias a las fotografías que publicaba en su cuenta de Facebook.
En México se había creado una nueva identidad y una nueva familia, mientras en Italia era destinatario de una orden de captura por haber abastecido por mucho tiempo con cocaína a un clan de la Camorra, por lo que había sido condenado en ausencia a 22 años de cárcel.
ahc