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Sus vecinos siempre sospecharon que algo andaba mal con la familia que habitaba una de las últimas casas de la calle José María Morelos y Pavón. De súbito, dicen, tiraron los muebles viejos, remodelaron su casa y se fueron para arriba.
Por eso, cuando supieron que elementos del Gabinete Nacional de Seguridad catearon el domicilio y detuvieron al jefe de esa familia sólo pensaron para sí mismos: “Ya le cayeron a ese cabrón”.
En esa casa fue detenido Guillermo Mercado Brito en calidad de presunto operador financiero de Santiago Mazari, alias El Carrete, presunto líder del Cártel de los Rojos, la célula delictiva cuyo campo de acción son Guerrero, Morelos, Puebla y Estado de México, de acuerdo con la radiografía que tiene la Comisión Estatal de Seguridad en Morelos.
“Le dicen La Migaja. Ya tenía harto tiempo que andaba en cosas y nomás de la noche a la mañana se fue para arriba. Arregló su casa, la puso de lujo, los muebles hasta los aventó y trajo puro (colchón) king size, cocina integral. Todos los muebles los trajeron de Cuernavaca. Hasta el material para construir su casa venía de Cuernavaca”, cuentan algunos de sus vecinos.
Guillermo Mercado vivía en el poblado de San Gabriel Las Palmas, uno de los sitios de la zona sur del estado controlados por Santiago Mazari, cuya presencia creció cuando su tío Alfonso Miranda Gallegos llegó a la presidencia municipal de Amacuzac para el trienio 2009-2012.
Según la PGR, Guillermo Mercado es señalado como probable responsable de las operaciones financieras y coordinación logística de Los Rojos.
Se le considera probable administrador de una red de enlaces dedicados a la extorsión de servidores públicos, de cobro “por derecho de piso” a comercios y por ser quien gestionaba las operaciones de compra-venta de ganado e inmuebles para El Carrete.
Su detención ocurrió en la madrugada del miércoles mediante un operativo que consideró la revisión y ocupación de varias casas aledañas.
Una de las vecinas cuenta que los elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la PGR y personal de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) tocaron varias puertas antes de irrumpir violentamente en el domicilio de Guillermo Mercado.
“Allá arriba hasta el fondo se metieron y el señor ya viejo que vive ahí les dijo: ‘¿Qué cosa andan buscando? Aquí no hay nada. ¡Ya váyanse, aquí no van a hallar nada!’.
“Yo estaba bien dormidota, pero oí los escándalos que subían y bajaban, y luego las lámparas; abrí los ojos y que veo el lamparazo y dije entre mí: ‘Cabrón, creo ya me lamparearon’. Eso fue por la calle y que me paro y que veo en el reloj las dos de la mañana.
“Que me levanto y que miró pa’ allá abajo y que veo el montón de policías. ¡Hijo de la madre! Que me agacho, no me vaya a tocar un balazo. Dije: ‘Hijo de la madre, ya le cayeron a este pendejo. Ya se lo cargó la…’. Y así me amaneció”, contó la mujer.
Dice la vecina que otros habitantes de la calle contaban que la familia de La Migaja eran generosa con quien le pedía ayuda. “Eran muy buenas personas”, decía la gente.
Acusan siembra de droga y armas. Una señora identificada solamente como Minerva y quien dijo ser hermana de la esposa de Guillermo Mercado Brito, se comunicó a la estación de radio Línea Caliente y defendió a sus familiares.
Dijo que la pareja es de trabajo. Su hermana trabaja en una tienda de abarrotes y Guillermo se desempeñó en Nissan, más tarde fue taxista y después colaboró en el ayuntamiento de Amacuzac. Ahora tiene una tienda que él mismo atiende.
“No es justo, porque ayer (miércoles) les sembraron maletas con droga y armas, y no se me hace justo que ellos, que son de trabajo, ahora estén sufriendo.
“No es verdad todo eso. El hecho de que sean de San Gabriel y vecinos de esa persona (El Carrete) no quiere decir que estén ligados a ese cártel”, dijo.
Minerva aseguró que los agentes federales llegaron alrededor de las 2 de la mañana y le dijeron a la familia que iban a catear la casa porque decían que allí había armas y droga.
“Desde las 2 de la mañana hasta las 2 de la tarde estuvieron en la casa. Uno de los policías encontró una maleta en el patio de la casa y le pidió a uno de los hijos de la pareja que la abriera, pero se negó y entonces lo hizo el agente federal y descubrió que había drogas y armas”, contó Minerva.
