Aquí la banda rifa, marca su territorio con grafiti al estilo de El Bronx, en Nueva York. Es zona prohibida para extraños y cuando se requiere, la banda brinca. Tope donde tope.
Son colonias de la Ciudad de México y el Estado de México catalogadas como peligrosas por su alta incidencia delictiva, pero también son guarida de secuestradores.
Entre el camino viejo a las minas y camino real a Zapotitlán, en las faldas del cerro, se delimita un territorio del que mucho se conoce, pero pocos visitan. A 10 kilómetros otra localidad la tienen muy presente las autoridades federales encargadas de combatir los delitos de alto impacto.
Se trata de las colonias Desarrollo Urbano Quetzalcóatl (Iztapalapa) y Benito Juárez (Nezahualcóyotl), con el mayor número de personas dedicadas al secuestro, según la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), única institución que cuenta con información que ubica delitos como robo, secuestro y extorsión de manera detallada por colonia y calle para focalizar las estrategias para combatirlos.
Información a la que tuvo acceso EL UNIVERSAL detalla que en la primera colonia de Iztapalapa hay por lo menos 70 casas donde vivían criminales y entre sus alrededores se ubican 20 escuelas del nivel básico.
El mismo fenómeno sucede en Benito Juárez, hay zonas con escuelas en las que han sido ubicadas viviendas de delincuentes, hoy presos.
Entre las regiones con alta concentración de residencias de secuestradores y por sus altos índices delictivos, la CNS identifica también a las colonias Santa Cruz Meyehualco, en Iztapalapa; Morelos, en la delegación Venustiano Carranza; y Nueva Atzacoalco, en Gustavo A. Madero.
La falta de desarrollo social, educación, oportunidades, acceso a un trabajo bien remunerado, marginación y exclusión social son factores de riesgo que comparten en Desarrollo Urbano y Benito Juárez.
En un recorrido por las calles principales de la colonia Desarrollo Urbano Quetzalcóatl se observa que los vecinos venden artículos usados en un pequeño tianguis.
Las calles que se encuentran a las orillas, entre los límites del cerro, no están pavimentadas; mientras que conforme uno se acerca al centro, todas están asfaltadas y es donde de concentra el mayor movimiento. Contrario a ello, las vías en terracería se observan solas y es donde se concentran puntos de venta de droga.
Las casas donde vivían los secuestradores están dispersas en toda la colonia, pero la mayoría se concentran en donde hay más movimiento cotidiano por las escuelas.
El 17 de septiembre pasado, la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México liberó a una persona que permaneció cautiva por cinco días en una casa de seguridad en Desarrollo Urbano Quetzalcóatl.
La víctima circulaba por la colonia Linda Vista, cuando dos personas a punta de pistola lo interceptaron y se lo llevaron en ese mismo vehículo hasta la casa de seguridad.
Las calles tienen alumbrado público; en el día se observan motonetas usadas por pequeños distribuidores de droga, según información de autoridades, o por los halcones.
Las casas ubicadas a las orillas la mayoría están a medio construir pero sí son habitadas; aunque es zona de alta incidencia delictiva, no se ven mayores medidas de seguridad.
En la calle Manuel Cañas la mayoría de las viviendas tienen accesoria para negocios donde se aprecian desde estéticas, refaccionarias, vulcanizadoras, entre otros. Por esa vía pasa el transporte público de la ruta 37.
Entre Villa inferior y Villa Gonzalo está la primaria República Árabe de Egipto, sus calles lucen tranquilas y solitarias; muy cerca se encuentra otra escuela, Profesor Lucio Cabañas Barrientos; entre los límites de Desarrollo Urbano Quetzalcóatl y Santa Cruz Meyehualco está la escuela primaria Pablo Picasso, también con poca afluencia.
En la colonia Benito Juárez, en Nezahualcóyotl, las que la delimitan son la avenida Adolfo López Mateos, Bordo de Xochiaca y calle Escondida; las vías primarias al interior de la colonia son Avenida Chimalhuacán, cuarta Avenida, Rancho Grande, avenida Sor Juana y Villada.
A diferencia de Desarrollo Urbano, Benito Juárez conserva las calles en buen estado y la vida cotidiana se observa tranquila; sin embargo, es una colonia que se encuentra dentro de las más difíciles por la venta de droga, secuestro y extorsión.
Entre las inmediaciones del ayuntamiento y calles primarias hay presencia policíaca; no así en vialidades secundarias. Todas las arterias recorridas cuentan con alumbrado.
Entre las calles Faisán y Caballo Bayo están ubicadas tres escuelas secundarias, la Oficial 219 Benjamín Hernández, la técnica Industrial y Comercial doctor Maximiliano Castañeda y la Oficial 261 Ricardo Bell, junto a un mercado.
En la avenida general Lázaro Cárdenas, entre los límites de Benito Juárez, está el Colegio de Bachilleres 12, cerca del estadio Neza 86.
El 13 de abril de 2016 fue detenida una persona por agentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México relacionado con el secuestro de un comerciante de Chalco. Su captura ocurrió en la colonia Benito Juárez y fue puesto a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR).
La Ciudad de México cerró 2016 con mil 35 homicidios dolosos, 54 secuestros y 609 extorsiones; mientras que el Estado de México lo hizo con 2 mil 256 homicidios dolosos, 273 secuestros y 993 extorsiones, según los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Datos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México indican que de 2014 a 2016 más de 45% de los delitos cometidos en la capital se concentraron en Iztapalapa, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza.
En 2014 se abrieron 179 mil 856 averiguaciones previas y carpetas de investigación por diferentes delitos; de ese total, 87 mil 44 están relacionados con delitos ocurridos en esas cuatro demarcaciones; es decir, 48% se concentraron ahí.
Al desglosar la información se observa que en Iztapalapa, donde se encuentra la primera colonia en la que las autoridades localizan a un número importante de secuestradores por perímetro, se iniciaron 28 mil 113 averiguaciones previas.
Iztapalapa ocupó el primer lugar con 3 mil 788 delitos; en la Ciudad de México le siguieron Cuauhtémoc, 3 mil 738; Gustavo A. Madero, 2 mil 821, y Venustiano Carranza, mil 290.
2016 finalizó con 179 mil 720 averiguaciones previas y carpetas de investigación; 83 mil 463 ocurrieron en esas delegaciones; es decir, 46%.
Información proporcionada por autoridades federales coincide en señalar a la zona oriente de la Zona Metropolitana en la CDMX como aquella en la que se ubicaron las dos colonias con más secuestradores.
En la Benito Juárez (Nezahualcóyotl) los grafitis se advierten en las bardas. En el perímetro está el Centro Preventivo y de Readaptación Social de Neza, donde han sido recluidos diversos integrantes de las células de agrupaciones dedicadas al secuestro, que han vivido en esa zona y regresan con sus familias, si son liberados.
Una de esas casas fue desmantelada en mayo pasado, donde se aseguraron 14 armas cortas, una escopeta, 900 cartuchos de diversos calibres, 65 mil pesos, mil dólares y dos autos. Denuncias anónimas refirieron otros delitos como extorsión, cobro de derecho de piso y tráfico de drogas.
