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Ante la influenza no podemos bajar la guardia”, dijo Gerardo Mercado, gerente médico senior de Laboratorios Liomont y especialista en vacunología, quien explicó que la influenza tiene diversas cepas, la A, B y C; las dos primeras son las de mayor incidencia en el ser humano, quien erróneamente cree que al pasar la etapa más cruda del invierno no corre más riesgo de contraer el virus.
El experto destacó que de octubre a la fecha, en México se han contabilizado 587 casos de influenza, pero en las últimas semanas el número incrementó y puso como ejemplo la situación de Monterrey, que en la semana epidemiológica 49 no había reportado casos y ahora lidera como la entidad con más personas contagiadas y 16 fallecimientos.
La Secretaría de Salud (Ssa) informó que en las siguientes semanas podría incrementarse el número de enfermos por el virus de la influenza H1NI en el país, debido a que las bajas temperaturas más extremas se darán en los próximos dos meses.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Pablo Antonio Kuri, ha señalado que, como el año pasado, los fríos se han retrasado, de tal manera que no ha habido un repunte en casos de influenza.
El funcionario advirtió que 25% de la población no se ha vacunado contra la influenza, lo que pone a este sector en riesgo de padecer esa enfermedad, por lo que exhortó a la población en general a acudir lo más pronto posible cualquier centro de salud, hospital más cercano o puestos de salud instalados en el Metro.
Mercado dijo que la gente no se vacuna porque hay mitos, entre ellos que la gente piensa que al hacerlo será infectada con la enfermedad.
El mito más frecuente es: “‘No me vacuno porque el año pasado me fue muy mal y me enfermé’. Eso es una mentira, no se puede provocar la enfermedad, porque no se está inyectando el virus completo, sino sólo una fracción de éste, que es lo que va a causar los anticuerpos”.
Otra “leyenda urbana” es creer que al aplicarse la inyección van a enfermar de gripa. Sin embargo, detalló que todas aquellas personas que contraigan la infección después de la vacuna, tenían incubado el virus.
La población también tiene estigmatizada la vacuna contra la influenza por sus efectos colaterales: “Se cree que a los pacientes les dará un fuerte cuadro de gripe, acompañado de dolor de cabeza”, lo cierto es que sí puede haber febrícula (fiebre), pero eso es bueno porque es lo que está haciendo el sistema humano para reconocer el virus y así activar las defensas.
Creer que con una vacuna el cuerpo se hace inmune de por vida es un error más en el que cae la sociedad. “Solamente las personas que se vacunaron de octubre a la fecha, son las que tienen las bondades de la vacuna; año con año hay que vacunarnos”, explicó el experto, y exhortó particularmente a las personas en riesgo como embarazadas, con defensas bajas, niños de entre 2 y 9 años, pacientes con enfermedades cardiovasculares, renales, que padezcan diabetes o tengan sobrepeso u obesidad.
Otro mito es que aquellos que contrajeron el virus en noviembre o diciembre aseguran que no lo pueden desarrollar de nuevo. “Si fuiste diagnosticado con influenza, todavía hay otras cepas que se pueden contraer”, subrayó Mercado.
También hay quien dice: “Yo tengo una salud increíble, consumo cosas orgánicas, hago ejercicio, no me enfermo”. A pesar de eso se aconseja que se aplique la vacuna, porque es la única forma de prevenir la enfermedad.