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justiciaysociedad@eluniversal.com.mx
El muro que planea construir Donald Trump, presidente de Estados Unidos, es una transgresión a la relación que existe entre México y ese país, por lo que la Iglesia católica se mantendrá en alerta para el cuidado de los migrantes, afirmó Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano.
En entrevista con EL UNIVERSAL, Miranda Guardiola rechazó la construcción del muro porque “provocará que familias y comunidades se separen”; indicó que la Iglesia católica mexicana está preocupada por la situación que los migrantes enfrentarán con el endurecimiento de la política en la materia en la Unión Americana, por lo que buscarán consolidar la relación con los obipos estadounidenses.
Indicó que la estrategia que alistan para la protección de los migrantes consiste en fortalecer los vínculos entre los obispos estadounidenses y los mexicanos, a fin de atender las necesidades de los indocumentados.
Detalló que en los últimos meses ambos episcopados han tenido reuniones para buscar mecanismos pastorales como jurídicos para brindar apoyo a los migrantes.
“Buscamos una cercanía más estrecha con los obispos de Estados Unidos, de entrada hay dos reuniones anuales entre obispos de Texas y de la frontera norte, la ultima en septiembre de 2016. El tema principal de las reuniones es la migración, las casas de migrantes, albergues, el acompañamiento.
“Los obispos mexicanos hemos estado atentos, buscando un mayor acompañamiento y servicio de defensa de los migrantes. El muro es una transgresión hacia la buena vecindad entre países y a la relación tan positiva que existe”, afirmó.
Miranda destacó que la Iglesia tiene a su cargo al menos 70 casas de migrantes que atienden entre 50 y 150 personas diariamente cada una, “pero desde el triunfo de Donald Trump en las elecciones presidenciales, la demanda de apoyo ha aumentado”.
Afirmó que la comunidad religiosa se mantiene en estado de “constante alerta” para poner a disposición de quienes buscan llegar a Estados Unidos todos sus recursos y ayudarlos mediante las casas de migrantes, albergues, comedores y dispensarios que se encuentran en las parroquias de cada una de las 93 diócesis del país.