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La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguró de manera precautoria 30 toneladas de residuos peligrosos en el Puerto de Pichilingue, en La Paz, Baja California Sur.
La dependencia informó que en coordinación con la Administración General de Aduanas (AGA) del Servicio de Administración Tributaria (SAT) se realizó el decomiso a la empresa DIAN Procesos Metalúrgicos.
En un comunicado, señaló que durante la inspección no se obtuvo la autorización que emite la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para el transporte de dichos residuos peligrosos.
Indicó que al momento de la revisión por parte del personal de la delegación de la Profepa en la entidad, el conductor del vehículo mostró un documento para el transporte de residuos peligrosos sin una acreditación de validez oficial.
Los inspectores observaron inconsistencias en la información asentada en el manifiesto de entrega, transporte y recepción de residuos peligrosos, dado que no especificaba la cantidad de residuos que se transportaba y no contaba con la firma del operador de vehículo, apuntó.
Además, añadió, el inspeccionado no contaba con póliza de seguro vigente para daños a terceros o afectación ambiental por el transporte de residuos peligrosos, los cuales no fueron etiquetados ni identificados como lo establece la legislación ambiental.
La Profepa subrayó que el tracto camión y el contenedor con los residuos peligrosos fueron asegurados cuando pretendían ser embarcados en un ferry rumbo al estado de Sinaloa.
Detalló que la empresa se encuentra registrada ante la Semarnat como pequeño generador, que comprende entre 400 kilogramos y 10 toneladas de residuos.
Las baterías o acumuladores de automóvil usadas están consideradas por la legislación ambiental mexicana como residuos peligrosos por contener ácido y plomo, el primero es corrosivo y el segundo altamente tóxico, agregó.
ahc