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El pleno de la Cámara de Diputados avaló el pasado 29 de noviembre, con el voto en contra del Partido Verde Ecologista (PVEM), exhortar a las secretarías de Relaciones Exteriores (SRE) y de Cultura para que propongan ante la Unesco incorporar a la pirotecnia en el listado de expresiones de patrimonio cultural inmaterial.
De manera paralela, en el Congreso también tienen pendientes dos puntos de acuerdo que exhortan a los gobiernos federal, estatal, municipal y a la Ciudad de México, a implementar acciones y medidas “con especial énfasis en la concientización y la prevención” del uso de estos materiales, a efecto de que la ciudadanía se abstenga de incurrir en conductas de riesgo en las fiestas decembrinas.
También está congelada una iniciativa que tiene por objeto regular la fabricación, posesión, transportación, distribución, comercialización, importación y exportación de artículos pirotécnicos.
El punto de acuerdo, avalado con 284 votos, que busca la incorporación de la pirotecnia en el listado de expresiones de patrimonio cultural inmaterial, fue rechazado por la bancada del Verde bajo los argumentos de que si bien la pirotecnia en México es una técnica creativa transmitida de generación en generación, es también una de las prácticas que afectan al medio ambiente y pone en riesgo la seguridad de la población.
El diputado Andrés Fernández (PVEM) aseguró que los fuegos artificiales afectan seriamente la calidad del aire y generan una gran cantidad de basura, sin contar las alteraciones a la salud y estabilidad emocional tanto de seres los humanos como de los animales que sufren con el estruendo de sus detonaciones.
“Tampoco podemos pasar por alto que el mal manejo de los explosivos ha provocado infinidad de tragedias humanas que van desde la pérdida de algún sentido o un miembro, hasta la propia muerte”, destacó.
El diputado proponente, David Sánchez Isidoro (PRI), expresó que la intención del exhorto es preservar todo patrimonio que forme parte de los usos y costumbres del país, además de que en su entidad natal, el Estado de México, es donde se registra una mayor producción de pirotecnia.
“En más de 60 municipios de la entidad registran presencia de fabricantes de pirotecnia, entre los que destacan: Tultepec, Almoloya de Juárez, Amecameca, Axapusco, Ozumba, Texcoco y Zumpango, lo que permite dar sustento de forma directa a 40 mil familias”, dijo.
En la congeladora. Los dos exhortos que pendientes de aprobar en comisiones y por el pleno fueron propuestos en la 63 Legislatura, uno de ellos lo presentó el senador Jesús Casillas (PRI), el 6 de diciembre, y con él se pretende que los gobiernos estatales y de la Ciudad de México, en el marco de las fiestas decembrinas, implementen medidas para la concientización sobre el uso de pirotecnia.
El segundo, impulsado por senadores del PRI y recién presentado en la Comisión Permanente el pasado 20 de diciembre (fecha en que ocurrió la explosión en el mercado San Pablito, en Tultepec), solicita a las autoridades de los tres órdenes de gobierno que en el ámbito de sus atribuciones y en coordinación con las instancias de Protección Civil federal y estatales, impulsen, amplíen o fortalezcan campañas de prevención y concientización encaminadas a evitar la utilización de pirotecnia.
La iniciativa que se encuentra congelada desde hace un año (15 de diciembre 2015), y que fue llevada al pleno por el senador Alejandro Tello (PRI), es la única que tiene como objetivo regular la fabricación, posesión, transportación, distribución, comercialización, importación y exportación de los artículos pirotécnicos.
El documento destaca que es indispensable señalar las atribuciones en materia de actividades pirotécnicas de las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena), de Gobernación (Segob), de Energía, Hacienda, Comunicaciones y Transportes y del Trabajo, así como gobiernos locales y municipales.
Afirma que se deben clasificar las artesanías pirotécnicas según su uso (recreativo o juguetería; técnico y de espectáculos, e industrial) y precisar el procedimiento para la obtención de un permiso general o extraordinario, expedido por la Sedena, para la compra, fabricación, comercialización y almacenamiento de pirotecnia y sustancias para su elaboración.
“Se debe establecer que quienes obtengan dicho permiso deberán tener un seguro de responsabilidad civil, por la capacidad de producción y riesgos que puedan generar”, especifica el texto.