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Mario Ernesto Villanueva Madrid fue gobernador de Quintana Roo de 1993 a 1999 por el PRI. Al finalizar su mandato se le vinculó con el Cártel de Juárez, liderado por Amado Carrillo Fuentes, El Señor de los Cielos.
Los delitos que autoridades estadounidenses le imputaban era conspiración para introducir droga a Estados Unidos y lavado de dinero. Se le atribuyó el trasiego de más de 200 toneladas de cocaína desde los puertos de Quintana Roo a Estados Unidos, a cambio recibía propiedades y grandes sumas de dinero.
Según las investigaciones recibía hasta 500 mil dólares por cargamento. Las investigaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) señalan que las actividades ilícitas de Villanueva comenzaron en 1996.
El ex gobernador conoció las investigaciones en su contra y permaneció prófugo durante casi dos años, incluso no acudió a la toma de posesión de su sucesor, Joaquín Hendricks Díaz. Villanueva Madrid fue detenido el 24 de mayo de 2001 y recluido un día después en el penal de máxima seguridad La Palma, acusado de los delitos contra la salud en diversas modalidades, delincuencia organizada, intimidación e intervención de comunicaciones privadas, entre otros.
En 2002 el gobierno de Estados Unidos solicitó la extradición del ex mandatario y su cómplice Alcides Ramón Magaña, El Metro. Tras seis años recluido, en junio de 2007 Villanueva salió libre del Penal de La Palma, exonerado de todos los delitos que se le imputaron, pero apenas había cruzado la puerta del penal cuando elementos de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI) lo detuvieron con fines de extradición.
Fue trasladado al Reclusorio Norte en tanto se continuaban los trámites para su entrega a autoridades de Estados Unidos. La PGR apeló la decisión del juez de dictarle auto de formal prisión y consiguió una pena del Segundo Tribunal Unitario de más de 36 años de prisión. El 8 de mayo de 2010 el ex mandatario conocido como El Chueco fue extraditado a Estados Unidos, donde en un inicio se declaró como no culpable; sin embargo, en 2012 aceptó haber lavado dinero del narco.
En junio de 2013 el juez de distrito federal de Estados Unidos dictó 11 años de sentencia. Sólo cumpliría tres en prisión porque se tomaron en cuenta los años que estuvo recluido en México y su buena conducta.