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La última década ha sido “alarmante y devastadora” para el ejercicio de los ministros de culto: entre 2006 y 2016 se registraron 32 asesinatos de sacerdotes, de los cuales 15 ocurrieron en los últimos cuatro años, según el Informe 2016 del Centro Católico Multimedial.
El documento, titulado Tragedia y crisol del sacerdocio en México, advierte que en 10 años la lucha contra el narcotráfico dejó “muerte y desolación” en diversas regiones del país trastocando a sectores como la Iglesia, y la tendencia de agresiones a ministros de culto continúa creciendo, puesto que “los crímenes de odio se han incrementado alarmantemente en el presente gobierno”.
El informe destaca que entre 1990 y 2016 los homicidios de miembros de la Iglesia católica aumentaron 375% al contabilizarse los asesinatos de un cardenal, 41 sacerdotes, un diácono, cuatro religiosos, nueve laicos y un periodista católico.
El Centro Católico Multimedial coloca a México, por octavo año consecutivo, como el país latinoamericano más peligroso para ejercer el sacerdocio dado que en los últimos 10 años se han registrado 32 asesinatos de sacerdotes y seis de laicos; dos curas continúan desaparecidos, y se registraron dos secuestros frustrados de religiosos.
El informe acusa que de 57 atentados contra curas, religiosos y agentes de pastoral en los últimos 26 años sólo se ha resuelto 10%, mientras que 4% ha sido clasificado con “resultado no satisfactorio” y 86% son homicidios aún por resolver.
“Ni las procuradurías estatales ni la Procuraduría General han dado repuestas claras a este fenómeno; por el contrario, las investigaciones están llenas de irregularidades y grandes vacíos. Más de 80% de los casos de asesinato de sacerdotes no han sido resueltos o se les ha dado carpetazo”, subraya.
Al término del cuarto año de gobierno de la actual administración se registra un incremento de 80% de curas asesinados con respecto al primer cuatrienio de la gestión de Felipe Calderón al pasar de 9 a 15 sacerdotes asesinados.
Guerrero, Ciudad de México, Veracruz y Michoacán son consideradas como las entidades más peligrosas para ejercer el ministerio sacerdotal.
El Centro Católico Multimedial consideró al último año como el “más trágico” dado que tres sacerdotes, dos en Veracruz y uno en Michoacán, fueron “violentamente despojados de su vida”; acusó que no sólo se les asesinó “física y brutalmente” sino que mediante “vías institucionales y algunos medios de comunicación de los gobiernos municipales de Veracruz y Michoacán” se les difamó “con calumnias calculadas”.