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El presidente Enrique Peña Nieto afirmó que las Fuerzas Armadas tienen como misión constitucional preservar la seguridad interior y cuidar de la soberanía nacional, y “no necesariamente” la de hacerse cargo de la seguridad pública que, “en estricto sentido”, corresponde a las policías y procuradurías del país.

No obstante, indicó que, a pesar de no ser su función constitucional, las Fuerzas Armadas están dispuestas a mantenerse en misiones de seguridad pública, en tanto los gobiernos locales garantizan contar con cuerpos de policía bien preparados, capacitados y profesionales.

Acompañado por el secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos, y los líderes del Congreso, subrayó que el esfuerzo de la seguridad pública es un compromiso que deben asumir todos, pues no está sólo en la tarea el Presidente.

“Lo están en el [quehacer] de los gobernadores, lo está en el de los poderes del Estado mexicano para que podamos actualizar y modernizar la actuación, preparación, profesionalismo y fortalecimiento de las instituciones civiles encargadas de la seguridad”, explicó.

Al clausurar el Encuentro Nacional de Procuración e Impartición de Justicia, dijo coincidir con la visión esgrimida la víspera por Cienfuegos, en el sentido de que la seguridad pública no es una tarea asignada por la Constitución a las Fuerzas Armadas.

“En este espacio, quiero tributar un gran reconocimiento a nuestros soldados y marinos. Lo digo porque, ante lo expresado por el secretario de la Defensa Nacional ayer, más allá del contexto o de la descontextualización que hubiesen hecho de lo que él expresara, coincido plenamente con él.

“Nuestros soldados y marinos están para cumplir con una misión: para preservar la seguridad interior, para cuidar de nuestra soberanía; y no necesariamente para hacerse cargo de tareas que, en estricto sentido, corresponden a las policías investigadoras y a las procuradurías del país”, afirmó.

Peña Nieto agradeció a las Fuerzas Armadas, porque han asumido una tarea que no les corresponde, pero que, dijo, con lealtad a la patria su labor ha permitido que se tengan ciudades y regiones que han regresado a la paz y a la tranquilidad.

Dijo que en materia de procuración y administración de justicia hay una asignatura aún pendiente: “No hemos logrado el objetivo trazado no sólo de ahora, sino de hace varias décadas, de tener un país en condiciones de mayor paz y de mayor tranquilidad”.

Justicia, asignatura pendiente. En la sede del tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, el presidente Peña Nieto subrayó que pocas cosas desgastan tanto a las instituciones y generan indignación entre la sociedad como el sentimiento de impunidad para quienes cometen un delito y no son castigados.

“La justicia es un deber de todos los días y una obligación que involucra, por igual, a los tres poderes y órdenes de gobierno. Cuando la justicia falla, hay que decirlo, fallamos todos.

“Sin duda, la seguridad y la justicia de los mexicanos es el reto más importante de nuestra época, el que requiere la mayor atención, coordinación, capacidad y profesionalismo de las instituciones del Estado mexicano en todos los órdenes”, añadió.

Ante fiscales y procuradores del país asentó que la justicia es un valor inherente al desarrollo armónico de toda sociedad y que cuando la justicia está presente en la vida diaria de una nación, las instituciones adquieren vigencia y, “lo más importante”, credibilidad.

Dijo que cuando la justicia protege los derechos, el futuro del país luce más promisorio, se detonan inversiones, se multiplican las oportunidades para crecer y modernizarnos, las familias recuperan su calle y su colonia, y llevan su cotidianidad con mayor tranquilidad. “En cambio, cuando la justicia está ausente, se genera desconfianza e incertidumbre”, indicó.

Dijo que desde el inicio de su gobierno se ha actuado con firmeza y determinación para combatir el delito con una visión integral, atacando las causas que lo originan desde la raíz, reforzando la coordinación y alentado y promoviendo la profesionalización de las instituciones federales de procuración y prevención.

Peña Nieto detalló que además se han impulsado cambios legislativos e institucionales de los más trascendentes en las últimas décadas en materia penal, de amparo y de derechos humanos, y se han hecho propuestas para fortalecer y modernizar la justicia cotidiana.

El Ejecutivo aceptó que tener un mejor modelo de justicia, mejores leyes, infraestructura para el nuevo Sistema de Justicia Penal Adversarial, no resuelve por sí mismo el tema y el reto que significa impartir justicia pronta y expedita con mayor transparencia.

“Hay que decirlo: sí tenemos todavía mucho que hacer, mucho en qué trabajar, para asegurarnos que el marco jurídico moderno que establece un nuevo paradigma en materia penal, realmente se cumpla cabalmente y se respeten los derechos que prevé la Constitución.

“Hay que reconocer, hoy tenemos sin duda nuevas y mejores leyes que impulsan un nuevo modelo de justicia, pero ahora se trata de hacerlas vigentes y hacer que no se conviertan en letra muerta; sino, más bien, que se conviertan en una ley que sea realidad y de aplicación cotidiana para nuestra sociedad”, explicó.

Llamó al Poder Judicial a redoblar esfuerzos, para que jueces y magistrados, secretarios y oficiales, continúen recibiendo la formación y la capacitación que requieren para aplicar los nuevos lineamientos en la materia.

Edgar Elías Azar, presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia, demandó ante el presidente Peña Nieto autonomía financiera para los poderes judiciales locales y no seguir “bajo el yugo de la negociación presupuestal”.

“Los poderes judiciales locales no pueden ser dependientes de la generosidad de otros poderes del Estado; así comienza el sometimiento”, dijo.

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