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Monterrey.— El subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación (Segob), Roberto Campa Cifrián, argumentó que la participación de los militares en el combate al narcotráfico fue en respuesta a una necesidad ingente, puesto que ante el “empoderamiento” de los grupos del crimen, terriblemente violentos y con gran capacidad de armamento, era necesario hacerles frente con las mayores capacidades del Estado.
Al preguntarle sobre el pronunciamiento del secretario de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos, en el sentido de emplazar a las autoridades civiles para que se preparen para enfrentar la violencia del narco, a fin de que los militares regresen a los cuarteles, Campa señaló que la realidad que vive el país en combate a la delincuencia es complejísima.
Al acudir al informe 2009-2016 sobre desapariciones en Nuevo León, presentado por Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos, Campa expresó que “el reclamo que hace el general [Cienfuegos] tiene que ver con un marco legal que ellos han venido planteando y que deberá resolver el Legislativo”.
Al preguntarle si los estados podrían hacerse cargo de la seguridad al retirarse el Ejército, dijo: “Hay regiones donde su presencia representa una necesidad ingente, hay muchos estados donde no hay una presencia de fuerzas federales o de militares, pero claramente hay estados y regiones donde, por la presencia de un crimen organizado empoderado, se requiere hacerle frente con las mayores capacidades del Estado”.